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Arabia Saudita: ¿por fin mujeres al volante?

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Esther Shabot

El 26 de octubre pasado, tal como ha ocurrido en años anteriores a partir de 1990, decenas de mujeres sauditas desafiaron a las autoridades al conducir automóviles y subir a la red sus imágenes. Lo hicieron, no obstante las penalidades impuestas en el pasado a quienes se atrevieron a lo mismo, penalidades que consistieron en detenciones carcelarias por un día, pérdida de sus pasaportes y sus empleos y prohibición a sus parientes hombres de salir del país durante seis meses. Arabia Saudita es el único país del mundo en el que priva una restricción como esta, la cual se suma a la rigidez del código de vestimenta femenina en espacios públicos y a la estricta separación de hombres y mujeres en ellos. Toda esa normatividad, derivada de la radical interpretación wahabista de la ley islámica o Sharía, encuentra su legitimación en un discurso oficial en el que la prevención de “conductas licenciosas” que pudieran atentar contra la moral islámica, es una prioridad gubernamental.

Esta vez, sin embargo, se abrió una pequeña rendija de esperanza para aflojar un poco el yugo al que están sujetas las mujeres. Hace dos días, el Consejo de la Shura, organismo de 150 miembros nombrados por el monarca para asesorarlo y en el cual recientemente quedaron integradas por vez primera treinta mujeres, ha recomendado al rey quitar la prohibición de conducir, aunque con múltiples restricciones: solo lo podrán hacerlo mujeres mayores de 30 años, con permiso de alguno de sus familiares hombres, solo en horarios de 7:00 a 29:00 horas de sábados a miércoles, mientras que los jueves y viernes el horario permitido es desde las 12:00 a 20:00 horas. Además, deberán las conductoras ir sin maquillaje ni vestimenta inapropiada, y acompañadas de un hombre de su familia si es que salen de la ciudad.

Ahora bien, estas recomendaciones no poseen carácter vinculante, por lo que es incierto si el rey las adoptará. En caso de que sí, es interesante saber que se exige el nombramiento de oficiales de policía de tránsito femeninas con objeto de que sean ellas las que interactúen con las conductoras en caso de accidente, infracción o averías de los vehículos. Ello debido a la penalidad vigente de un mes de prisión y multa por conversar en público una mujer con un varón que no sea de su familia. Hay indicios de que la recomendación tiene buenas oportunidades de ser aceptada por el monarca, lo cual sería un avance importante en cuanto a derechos de las mujeres, con todo y el enorme rezago al respecto prevaleciente aún en el Reino Saudita.

Cuando se reflexiona sobre este caso y sobre los aun más indignantes comportamientos hacia las mujeres en los espacios donde actualmente están haciendo de las suyas agrupaciones como el Estado Islámico o ISIS, los talibanes en Pakistán y Afganistán, o el Boko Haram en Nigeria, no puede sino concluirse que el sometimiento, abuso, crueldad y esclavización de las mujeres forma parte central de una ideología perversa fundada en el dominio absoluto de una mitad de su población —los hombres— sobre la otra mitad, la cual no obstante los avances en cuanto a igualdad de género conseguidos en una buena parte del mundo, continúa padeciendo un vergonzoso e inhumano trato de quienes en nombre de dios, de la moral religiosa y de las “buenas costumbres” les infligen un sufrimiento sin medida y una vida carente de dignidad.

Fuente: Excélsior, 9 de noviembre, 2014.