Muy poco tiempo duró el dulce recuerdo de la visita a Israel del primer ministro canadiense Steven Harper, que nos llenara de elogios y palabras de sincera amistad. A principios de febrero, el presidente del Parlamento Europeo, el alemán socialdemócrata Martín Schultz, llegó a Israel en visita oficial. Este viejo amigo de Israel, fue invitado oficialmente por el gobierno de Netanyahu a fin de afianzar las relaciones con la CU. En su entrevista con el presidente Shimon Peres, declaró que como alemán, sentía un profundo dolor por los acontecimientos de la Shoá y que es consciente, de la responsabilidad que le cabe aún a su pueblo. Agregó además, que entiende y justifica el uso de la fuerza por parte de Israel, cuando se ve obligado a defender la seguridad de sus ciudadanos. Luego, partió en corta visita hacia Ramallah, donde fue recibido por Mahmud Abas y miembros de su gobierno. A su regreso a Israel, disertó en la Knéset, previo consentimiento por parte de su presidente habló en alemán, a pesar del comprensible disgusto que ocasiona escuchar ese idioma en el parlamento israelí. Durante la primera parte de su discurso, elogió los muchos logros de Israel en diferentes campos. Especialmente, resaltó su solidez económica y el destacado lugar que ocupa en los campos de las ciencias y la tecnología. Afirmó además, que se opondrá personalmente, a cualquier iniciativa por imponer sanciones económicas contra Israel, si las negociaciones de paz con los palestinos no llegaran a buen término. Junto a ello, destacó que la Comunidad Europea se opone a la política de asentamientos en los territorios ocupados y ve en ellos un escollo para lograr la paz. Prosiguió diciendo que durante su estadía en Ramallah, un joven palestino le aseguró que mientras cada israelí consume 70 litros de agua diarios, los palestinos solo tienen derecho a consumir 17. Esa afirmación, cayó como un fulminante rayo y originó un verdadero escándalo, especialmente entre los diputados del partido religioso nacional “El Hogar Judío”. Entre acusaciones y gritos de protesta, sus doce miembros, incluidos tres ministros, se retiraron airadamente del recinto. Un hecho de tal magnitud, no había tenido precedentes en la Knéset. Luego de que el prestigioso visitante abandonara el parlamento israelí, la sesión continuó en medio de una muy agitada discusión durante la cual, Netanyahu afirmó que lamentablemente, el señor Schultz se ha hecho eco de denuncias infundadas, que constituyen una flagrantemente falta a la verdad.
Medios oficiales como así la prensa independiente, dieron a conocer inmediatamente, que cada palestino consume en promedio 113 litros diarios y que nadie sufre de carencia de agua en territorio palestino. Los mismos medios oficiales, acusaron a la Autoridad Palestina por no completar obras destinadas al abastecimiento de agua potable corriente y drenaje para todos los hogares palestinos, a pesar de haber recibido elevadas sumas en donaciones extranjeras, con ese propósito.
Las voces críticas hacia los airados diputados de “El Hogar Judío” fueron unánimes. Justamente, por tratarse de un partido que conforma la coalición de gobierno. Mismo que invitara oficialmente a Martín Schultz a visitar Israel y a disertar en la Knéset. Muchos comentaristas políticos, acentuaron el hecho de que se trata del grave síntoma de un gobierno desarticulado, que contiene en sus filas a sectores intolerantes que no soportan las críticas, ni siquiera de sus propios amigos, minando así los puentes de amistad internacional, que tanto necesita Israel. Schultz, reconoció más tarde su error, por haber citado acusaciones de un joven palestino, sin constatar la veracidad de las mismas. En resumen, este lamentable affaire diplomático, ha dejado huellas de incomodidad y un mal sabor en boca del visitante, que podría tener en el futuro, consecuencias políticas poco deseables para el país.
A propósito, cabe mencionar el dramático vuelco político que parece estar dando en los últimos tiempos, el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, que luego de un juicio que finalizó con su absolución total, ha reaparecido en la escena política jugando el papel del “adulto responsable”. Liberman es quizás, el más enigmático y sofisticado de los políticos israelíes. Últimamente, sus declaraciones públicas se han hecho más mesuradas y diplomáticas. De repente, avala los esfuerzos de la administración estadounidense y es el más condescendiente con el Secretario de Estado John Kerry, en su desesperado empeño por lograr un acuerdo de paz. Ahora acepta la posibilidad de la creación de un estado palestino junto a Israel. Claro que para eso, aún mantiene su tesis, basada en un intercambio de fronteras. O sea, que 200 mil árabes israelíes pasen a ser ciudadanos palestinos y 360 mil israelíes que viven en Judea y Samaria, queden comprendidos dentro de territorio israelí. Ambas poblaciones harían este cambio, sin siquiera moverse de sus propios hogares. Plan que muchos tildan de fantasioso e imposible y que especialmente los mismos árabes israelíes rechazan tajantemente.
Mientras Netanyahu se enfrenta a un bloque opositor dentro de su propio partido, que niega la creación de un estado palestino, Liberman se presenta como su mejor y más seguro aliado político.
Espiaos los unos a los otros
Recientemente, el Departamento de Estado estadounidense, ha comenzado a publicar documentos secretos de los años sesenta del siglo pasado. Entre ellos, grabaciones relacionadas con el navío espía “Liberty” de la armada estadounidense.
El “Liberty” fue hundido frente a la costa de Gaza por la aviación israelí, el 8 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días. La aviación israelí divisó una nave militar que navegaba sin bandera. Su cubierta era un verdadero “bosque de antenas”, según lo describiera uno de los pilotos que la sobrevoló. Los pilotos intentaron hacer contacto con el comandante de la nave solicitando su identificación, pero no recibieron respuesta alguna. El Estado Mayor supuso entonces, que se trataba de una nave enemiga y ordenó bombardearla. El resultado fue de 34 marinos muertos y 172 heridos, que fueron trasladados a Israel. El gobierno de los Estados Unidos presentó inmediatamente una enérgica acusación y grave condena al gobierno israelí, pero nunca pudo justificar la presencia de esa nave en las cercanías de la costa en los días de combate, porque no llevaba bandera de identificación y porque su comandante, nunca respondió a los repetidos llamados de los pilotos israelíes.
Desde entonces, han transcurrido más de 46 años y las relaciones de ambos países, se han convertido en especialmente amistosas. Definidas por los distintos gobiernos que se sucedieron con los años, como excelentes, confidenciales y muy íntimas. Israel considera su alianza con los Estados Unidos, como la más cercana y valiosa, que jamás haya tenido con potencia alguna. Estados Unidos, afirma constantemente que comparte con Israel los valores de libertad, derechos humanos y democracia, y que será garante por siempre, de su seguridad. Sin embargo, en el campo del espionaje, ambos países han intentado obtener, uno del otro, información clasificada, espiándose mutuamente.
Hasta hoy, después de transcurridos 27 años, el estadounidense judío Jonathan Pollard cumple una sentencia de cadena perpetua, por haber substraído del Pentágono y entregado a Israel, documentos secretos referentes a países árabes. A pesar de que existe una muy íntima relación de cooperación entre el Mosad y la CIA, gracias a la cual se han descubierto y desbaratado cientos de intentos de actos de terror islamistas en territorio estadounidense y en otros diferentes lugares del mundo, se han dado a conocer últimamente sorprendentes y sofisticados intentos de escucha y espionaje recíprocos. El desertor Edward Snowden reveló recientemente, que la agencia estadounidense NSA escucha y espía a millones de personas en el mundo y entre ellos a los más grandes jefes de gobierno, aliados de los Estados Unidos. Ahora, los medios han publicado detalles acerca de los innumerables intentos estadounidenses por espiar a los más altos funcionarios israelíes. La embajada estadounidense en Tel Aviv, ha construido una torre en el techo de su edificio, carente de ventanas, pero con sugestivas antenas, de los cuales nunca se ha conocido su cometido. Hoy se sabe que cuando Ehud Barak fungiera como ministro de Defensa, empleados de la embajada estadounidense rentaron un departamento cuyas ventanas estaban orientadas hacia su domicilio particular. Los servicios de inteligencia israelíes descubrieron entonces, que un rayo láser con resonancia magnética tenía como objetivo, escuchar las conversaciones que allí se mantenían. Luego de que Israel obstruyera la acción del rayo, los estadounidenses abandonaron el departamento. La VI Flota estadounidense destacada en el Mediterráneo, intercepta llamadas telefónicas y mensajes de la red cibernética, emitidos desde y hacia Israel. Los Estados Unidos, deberían explicar al mundo por qué Pollard, es el único espía preso desde hace 27 años y cumple una condena indefinida, cuando los que lo juzgaron y condenaron entonces afirman hoy, que hace rato que tendría que estar libre.
Láser antimisiles
“Rayo de Hierro”, es el nombre del nuevo sistema de defensa aérea que las compañías “Raphael” y “Elta”, de la industria militar israelí, han expuesto en estos días en el Salón Aéreo Internacional de Singapur. Durante largos años, industrias militares como civiles del mundo han intentado sin éxito utilizar el rayo láser como un arma efectiva y económica para interceptar y destruir en el aire a misiles de corto alcance, tales como obuses de morteros, raquetas y aviones no tripulados. El nuevo sistema defensivo israelí ya ha sido probado con éxito y estará listo para entrar en servicio activo, a principios del año 2015. El nuevo sistema, ha despertado vivo interés en círculos militares occidentales, lo que significa que se le abrirán seguramente prometedores mercados futuros. Este sistema viene a complementar la acción de su predecesor “Cúpula de Hierro”, desarrollado y utilizado ya por Israel con gran éxito en la destrucción en el aire de misiles de mediano alcance, como los lanzados desde Gaza, la Península de Sinaí o la frontera libanesa.
Buena calificación, pero…
El último informe del Fondo Monetario Internacional correspondiente al año 2013 sobre Israel, fue presentado la semana anterior. El mismo, habla de muchos elementos positivos, tales como un buen índice de crecimiento, una baja inflación y un balance comercial aceptable. Disciplina y responsabilidad en el manejo presupuestario y ritmo sostenido en las exportaciones, que resumen una economía ágil, solvente y sólida. Pero el informe hace hincapié también, en una peligrosa “burbuja inmobiliaria”, con una gran deuda hipotecaria sobre las espaldas de los bancos, a la que tendrían que enfrentar en caso de producirse un brusco cambio en el flujo económico del país. Además, el informe destaca el hecho de que Israel es en el seno de la OCED, el segundo país después de México, con mayor desigualdad socioeconómica entre sus ciudadanos. Según Karnit Flug, presidenta del Banco de Israel, el hecho de que muchos judíos ortodoxos, como así gran parte de las mujeres árabes y el resto de ese sector, no esté capacitada para acceder a empleos mejor remunerados, reducirá sustancialmente el índice de crecimiento del país en los próximos años. Pero estos datos, no podrán servir de pretexto para seguir justificando esta inadmisible desigualdad social que afecta a gran parte de la población que sí trabaja, pero no puede darle a su familia un nivel de vida digno. Y este, no es un problema menos cardinal y candente para el futuro de Israel, que la paz con los palestinos.