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¿Cómo saber si soy adicto al juego?

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Linda Bucay

El juego patológico fue reconocido oficialmente en el año 1980, cuando la Sociedad Americana de Psiquiatría (APA) lo incluyó por primera vez como trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su tercera edición (DSM-III).

De acuerdo con el DSM-IV – la edición posterior – solo cuando el juego se da de forma independiente a otros trastornos impulsivos del pensamiento o del estado de ánimo, se considera como una patología. Para saber si estamos hablando de una adicción, la persona debe cumplir con al menos tres de los siguientes síntomas:

1. Preocupación. Presencia de pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.

2. Tolerancia. Como en el caso de la tolerancia a las drogas, ya se necesita hacer apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.

3. Abstinencia. Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego. 

4. Evasión. Jugar para mejorar su estado de ánimo o evadirse de los problemas.

5. Revancha. Intento de recuperar las pérdidas del juego con más juego.

6.  Mentiras. Intentar ocultar las cantidades y tiempo destinado al juego, mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.

7. Pérdida del control. Cuando ya se han realizado intentos sin éxito por reducir el juego.

8. Actos ilegales. Cuando se ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.

9. Arriesgar relaciones significativas. Continuar jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.

10. Recurso a ajenos. Recurrir a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.

Todos los días, hay personas que apuestan su patrimonio, salud y a su familia, por no aceptar que tienen un problema que va más allá de su control.  Si crees tener problemas con tu forma de jugar o conoces a alguien que los tenga, no sientas miedo de pedir ayuda. Acércate a nosotros, y te haremos una valoración para determinar si necesitas tratamiento. No esperes a perderlo todo… En Umbral, la puerta está abierta.