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Desde Medio Oriente. Egipto sufre sangriento atentado en el Sinai

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Esther Shabot

Si bien esporádicamente se reportan incidentes de violencia en la Península del Sinai donde los choques entre islamistas, contrabandistas de armas y militares egipcios producen bajas mortales, en esta última ocasión, hace dos días, la magnitud del atentado por el cual más de 30 soldados egipcios murieron ha cimbrado al gobierno de El Cairo provocando la declaración de un estado de emergencia de tres meses de duración en las áreas fronterizas con Israel y Gaza, la imposición de un toque de queda y el cierre de nueva cuenta del cruce de Rafah que comunica a Egipto con la Franja de Gaza.

De acuerdo con la última versión de los hechos, se trató de un ataque bien planeado contra un puesto militar egipcio que comenzó con la explosión de un carro bomba conducido por un suicida, a lo que se le sumó una avalancha de disparos de artillería y explosiones de bombas colocadas en el camino de los vehículos que llegaban a auxiliar a las víctimas. Este sangriento ataque fue precedido, cinco días antes, por otro más en el que seis soldados egipcios murieron debido a la explosión de una bomba al suroeste de Al-Arish. De hecho, desde el derrocamiento del gobierno de Muhamad Mursi perteneciente a la Hermandad Musulmana, cientos de soldados y policías han sido muertos sobre todo en el Sinai por efecto de la acción conjunta del yihadismo de la propia Hermandad, de agrupaciones como la Ansar Beit al-Mikdash asociada con Al-Qaeda y de bandas de contrabandistas de armas y drogas presentes en la zona.

El Presidente Al-Sisi denunció enfáticamente los hechos como un intento de destruir al Estado egipcio y manifestó su decisión de combatir con todos los medios a su alcance a ese terrorismo que atenta contra la seguridad nacional de su país. Se trata así de la continuación de un estado de beligerancia que no ha cesado desde el derrocamiento de Mursi ya que, como contraparte a los repetidos atentados en el Sinai, desde que Al-Sisi está en el poder cerca de 1400 militantes de la Hermandad Musulmana han sido muertos y 15 mil más están encarcelados, entre ellos 200 altos líderes de dicha organización sobre los cuales se ha dictado sentencia de muerte.

A pesar de que el Egipto de Al-Sisi ha logrado reposicionarse como un actor regional de primer nivel al haber reencauzado muchas de las facetas de la vida nacional que habían entrado en franca descomposición durante la gestión de Mursi, el país sigue siendo rehén del choque entre por un lado, una fuerza político-militar pragmática y de tintes francamente autoritarios que tiene en sus manos la conducción del Estado, y por el otro las múltiples corrientes islamistas locales que levantaron cabeza y cobraron impulso a raíz de la caída de Mubárak, cuando se les abrió la oportunidad de imponer en el país su proyecto fincado en la normatividad islámica con el que habían soñado a lo largo de décadas.

No cabe duda que el clima regional en el que el yihadismo salvaje y los avances del Estado Islámico o ISIS han pasado a ser los actores que concentran la atención y la preocupación no solo de las naciones pertenecientes a ese vecindario sino del mundo todo, constituye un elemento de gran peso para inyectar energía a la insurgencia islamista activa en el Sinai. Eso, más la proliferación de bandas criminales y el flujo de armas que por contrabando llega al Sinai por efecto del caos en países vecinos como Libia, forman parte del cuadro complicado y de alto riesgo que enfrenta Egipto, uno de los países más importantes, geopolíticamente hablando, del mundo árabe y del Medio Oriente.

Fuente: Excélsior, 26 de octubre, 2014.