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La depresión infantil

Centro Deportivo Israelita, A.C.

La depresión infantil puede definirse como una situación afectiva de tristeza mayor en intensidad y duración que ocurre en un niño. Se habla de depresión mayor, cuando los síntomas son mayores de dos semanas, y de trastorno distímico, cuando estos síntomas pasan de un mes.

Todos los niños se sienten a veces tristes o abatidos, pero estos sentimientos no son duraderos. La depresión puede provocar tristeza y abatimiento en el niño durante un periodo prolongado de tiempo, y puede llegar a interferir con su vida.

Los síntomas de la depresión varían de una persona a otra. A veces, puede resultar difícil determinar si los síntomas que muestra un joven, son los característicos del desarrollo en la adolescencia o si se trata de síntomas de depresión. Algunos de los síntomas de depresión más habituales son los siguientes:

Sentimientos de desesperación e impotencia.

Episodios frecuentes de llanto.

Sensación de infelicidad la mayor parte del día.

Falta de autoestima, y poco interés por ver a los amigos o familiares.

Dificultades para dormir.

Cansancio o falta de energía.

Dificultad para concentrarse.

Pérdida de confianza.

Cambios en los patrones alimentarios.

Dolores sin causa aparente.

Pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

Causas de la depresión:

Entre los factores que pueden provocar la depresión en niños y jóvenes, se encuentran los siguientes:

Problemas familiares o separación de los padres.

Muerte de un familiar, un amigo o alguien cercano.

Acoso escolar.

Abandono.

Trastornos de salud prolongados o enfermedad grave.

Dificultades escolares.

Cambio importante en su vida, como una mudanza de domicilio.

Problemas con los amigos.

Abuso de alcohol u otras sustancias.

Se cree que la depresión es hereditaria, y que si un niño tiene algún familiar cercano con depresión tendrá más probabilidades de desarrollarla, es más habitual en las niñas que en los niños. La depresión también se asocia a cambios en el funcionamiento cerebral del niño.

Es posible que se produzcan cambios químicos en el área del cerebro que controla el estado de ánimo, y estos generen los síntomas de la depresión.

Un niño que jugaba a menudo con sus amigos, empieza a pasarse la mayor parte del tiempo solo y pierde interés por todo. Las cosas de las que disfrutaba previamente ya no le dan placer al niño deprimido. Los niños y adolescentes deprimidos, dicen a veces que quisieran estar muertos o pueden hablar del suicidio. Los adolescentes deprimidos pueden abusar del alcohol o de otras drogas tratando de sentirse mejor.

Algunas recomendaciones:

No ignorar los síntomas de depresión: ofrecer mayor atención al niño jugando con él, hablando de lo que le ocurre o leyendo libros infantiles que ayuden a gestionar sus emociones.

Hacer preguntas y estar atento a lo que dicen: sobre todo si son comentarios autodestructivos y que manifiestan baja autoestima.

Establecer límites y rutinas: un horario adecuado a su edad, que dé seguridad al niño y no genere estrés.

Tranquilizarlo y hacerle saber que tendrá todo el apoyo que necesite.

Buscar ayuda profesional. 

Recuerda que en Maayán Hajaim, contamos con una línea de atención telefónica, de ayuda psicológica, para cualquier momento de desesperación, soledad, tristeza, angustia, etcétera. Aquí los podemos orientar, para sentirse mejor y llevar a cabo una vida más saludable.

Teléfono 5292 5131.