Europa, los países que forman la Unión Europea, son prósperos. Una prosperidad nunca conocida antes. El respeto mutuo, la implantación de un salario mínimo, eran cosas desconocidas. Este continente muy avanzado en justicia social, pero nunca al punto de lo que se ha logrado apenas el año anterior.
Todo europeo que haya trabajado durante su vida, el mínimo necesario exigido por el equivalente de nuestro Seguro Social, tiene derecho a ser pensionado a la edad de los 65 años. El monto de la pensión le permite al extrabajador llevar una vida digna. Si no tiene casa, recibe un crédito preferencial de inmediato, con el cual puede comprarse un departamento en alguna ciudad de medio tamaño, desde luego no en París, pero en una ciudad como Toluca y Saltillo.
Generalmente, el pensionado ya cuenta con una casa que puede llamar propia y entonces puede dedicarse a lo que más le guste. Por ejemplo, a jugar “boules” (bolas), que es un deporte nacional de la tercera edad. Quiero corregir esta opinión. Muchos hombres y mujeres de mayor edad trabajan, tal vez o digo, seguramente, por un sueldo menor al que ganaban antes. Pero pueden trabajar en algo que les guste. Muchos trabajan menos tiempo, y lógico por un sueldo menor. Dicen que en los siglos XIX y XX el ideal de cada francés era ser “rentier”, lo valioso de la pensión es que es pagada puntualmente por el gobierno. Las personas de la tercera edad, también gozan de descuentos especiales a visitas a museos, en viajes por tren, autobús o avión. No hay atrasos por una burocracia. No hay atrasos en pagos. Todo se basa en el mismo calendario. Desde luego, los Estados miembros tienen presupuestado estos gastos y son disponibles. Por eso, no hay atrasos en el pago de la pensiones.
Existe una generosa política de préstamos, si el jubilado quiere empezar su propio negocio o empresa. Con los bajos intereses y tazas muy bajas actuales a nivel mundial, tan bajos como la que cobra el Federal Board en Washington, Estados Unidos, que equivale al uno por ciento anual. Los intereses de los gobiernos a sus pensionados también son bajos. Tan bajos como nunca han sido los intereses históricamente. El “ser pensionado” les agrega a las personas europeas una áurea muy especial. Una distinción muy especial ante sus amigos o ante la ciudadanía. En México, también se designa como jubilados a los pensionados.