Los mercados, centros comerciales y puestos al aire libre de Israel abrieron
hoy después de más de cuarenta días de cierre debido a restricciones dispuestas por la pandemia de coronavirus.
Los vendedores estaban ocupados preparando y desinfectando puestos y tiendas en anticipación del regreso de sus clientes.
En el mercado Mahane Yehuda de Jerusalem, la policía limitó el número de personas que podían ingresar al complejo a no más de 400 compradores a la vez y bloqueó todas menos dos entradas al mercado para controlar el volumen de personas.
El alcalde de Jerusalem, Moshe Lion, dijo que había mucho por lo que estar agradecido: “Hemos pasado por un período de cierre relativamente largo que ha afectado a muchos financieramente, por otra parte, esta ha sido una pandemia sin precedentes y tuvimos que limitar sus efectos”.
Asimismo, dijo que estaba complacido de que la cantidad de casos confirmados de Covid-19 en su ciudad haya bajado. “Exhorto a los que pueden, que vengan al mercado pero mantengan las regulaciones”, transmitió el alcalde.
Jerusalem fue el distrito más afectado por el coronavirus y ha tenido que imponer cierres en algunos de sus barrios predominantemente ultraortodoxos.
Tali Friedman, quien encabeza la asociación de vendedores de los mercados, indicó que se dará especial consideración a los compradores que corren mayor riesgo de contraer el coronavirus.
“Les daremos un acceso más rápido a través de las entradas y les proporcionaremos máscaras protectoras”, dijo.
En el mercado Carmel en Tel Aviv, los vendedores también se complacieron en reabrir y saludar a los compradores.
El municipio construyó barreras alrededor del perímetro del mercado, dejando solo cuatro entradas abiertas para ayudar a controlar la cantidad de personas. Los compradores tendrían que someterse a un control de temperatura antes de ingresar. “Han sido un par de meses tristes”, dijo una mujer, “he estado esperando que el mercado se reabra”.
El jefe de la asociación de vendedores locales, Rafi Mizrahi, expresó que esperaba que todas las limitaciones en la operación del mercado se levantaran pronto y que los negocios volvieran a la normalidad. “Tendremos que ser pacientes”, dijo.
Se requeriría que los centros comerciales operen bajo restricciones estrictas a medida que abren sus negocios, limitando el acceso de los clientes a una persona por cada veinte metros cuadrados en el centro comercial, y una persona por cada quince metros cuadrados dentro de las tiendas.
Solo se permitiría a dos personas manejar la caja registradora en tiendas de menos de cien metros cuadrados, y cuatro en tiendas de más de ese tamaño.
Los miembros del personal que regresaban al trabajo en un centro comercial en Rehovot fueron recibidos por la gerencia del centro comercial con regalos y tarjetas de bienvenida. “Te hemos extrañado”, decía la leyenda.
El CEO de Mall, Yehuda Oren, comentó que sentía que este era el primer día de clases: “Estamos todos entusiasmados, hemos establecido áreas de desinfección de manos y todo lo que requieren los funcionarios de salud”, señaló.
En el Centro Dizengoff de Tel Aviv, la gerencia estableció sesenta estaciones de desinfección de manos y estaba preparada para registrar a las personas cuando ingresaban al edificio para asegurarse de que no permitirían más compradores que el número especificado en las regulaciones.
“Si pudiéramos ver el volumen de compradores a los que estábamos acostumbrados, tendríamos que mantener a muchos de ellos fuera, pero sería un buen problema”, dijo Dan Piltz, CEO del centro comercial.
Fuente: agenciaajn.com