Gracias, Sr. Presidente,
Distinguidos Delegados, vengo aquí desde Jerusalem para hablar en nombre de mi pueblo, el pueblo de Israel. He venido aquí a hablar de los peligros que enfrentamos y de las oportunidades que vemos. He venido aquí a exponer las mentiras descaradas dichas de este mismo podio en contra de mi país, y en contra de los valientes soldados que lo defienden.
Damas y caballeros, el pueblo de Israel reza por la paz. Pero nuestras esperanzas y la esperanza de paz del mundo se encuentran en peligro porque hacia donde miremos, los militantes islámicos están en marcha.
No son militantes.
No es Islam.
Es Islam militante.
Típicamente, sus primeras víctimas son otros musulmanes, pero no perdonan a nadie. Cristianos, judíos, yazids, curdos – ningún credo, ninguna fe, ningún grupo étnico está fuera de su mira. Y se está esparciendo rápidamente en cada parte del mundo.
¿Conocen esa famosa frase americana: “Toda la política es local”? Para los militantes islamistas, “toda la política es global.” Porque su objetivo final es dominar al mundo.
Ahora, la amenaza puede parecer exagerada para algunos, ya que empieza muy pequeña, como un cáncer que ataca un órgano del cuerpo en particular. Pero si lo dejamos sin supervisión, el cáncer crece, haciendo metástasis sobre áreas cada vez más grandes. Para proteger la paz y la seguridad del mundo debemos remover este cáncer antes de que sea demasiado tarde.
La semana pasada, muchas de las naciones aquí representadas correctamente aplaudieron al presidente Obama por liderar el esfuerzo para confrontar a ISIS. Sin embargo, unas semanas antes, algunas de esas mismas naciones, las mismas naciones que hoy apoyan la confrontación con ISIS, se opusieron a Israel por confrontar al Hamas. Evidentemente, ellos no entienden que ISIS y Hamas son ramas del mismo árbol venenoso.
ISIS y Hamas comparten un credo fanático, mismo que ambas buscan imponer mucho más allá del territorio bajo su control.
Escuchen al autodeclarado Califa de ISIS, Abu Bakú Al-Baghdadi. Esto es lo que dijo hace dos meses:
Llegará pronto el día en que los musulmanes caminen por doquier como los amos. Los musulmanes obligarán al mundo a oír y entender el significado del terrorismo…
Y destruirán el ídolo de la democracia.
Ahora escuchen a Khaled Meshaal, el líder del Hamas. Él proclama una visión similar del futuro:
Le decimos esto al Occidente…
Por Allah serán derrotados.
Mañana nuestra nación se sentará en el trono del mundo.
Como el mensaje de Hamas deja en claro, el objetivo inmediato de ellos es destruir Israel. Pero el Hamas tiene un objetivo más amplio. También quieren un califato. Hamas comparte las ambiciones globales de sus compañeros militantes islamistas. Es por eso, que sus partidarios salvajemente ovacionaron en las calles de Gaza mientras miles de estadounidenses fueron asesinados el 11 de septiembre. Y esa es la razón por la que sus líderes condenaron a los Estados Unidos por matar a Osama Bin Laden, a quienes alababan como un guerrero sagrado.
Así que en cuanto a sus objetivos finales se refiere, Hamas es ISIS e ISIS es Hamas. Y lo que tienen en común, todos los militantes islamistas lo tienen en común:
Boko Haram en Nigeria
Ash-Shabab en Somalia
Hezbolá en Líbano
An-Nusrah en Siria
El Ejército Mahdi en Irak
Y las ramas de Al-Qaeda en Yemen, Libia, Filipinas, la India y demás.
Algunos son Sunitas radicales y algunos son Shiítas radicales. Algunos quieren restablecer un Califato premedieval del siglo VII. Otros quieren desencadenar el regreso apocalíptico de un Imam del siglo IX. Operan en diferentes países, su objetivo son diferentes víctimas y hasta se matan entre ellos en su búsqueda de supremacía. Pero todos comparten una ideología fanática. Todos buscan crear enclaves, cada vez más amplias, de Islamismo militante en donde no hay ni libertad ni tolerancia – donde las mujeres son tratadas como bienes inmuebles, los cristianos son diezmados, y las minorías son subyugadas, algunas veces ofreciéndoles la dura opción: convertirse o morir. Para ellos cualquiera puede ser un infiel, incluyendo los mismos musulmanes.
Damas y caballeros, la ambición del Islamismo militante de dominar al mundo parece una locura. Pero asimismo parecieron las ambiciones globales de otra ideología fanática que barrió con el poder hace ocho décadas.
Los nazis creían en una raza superior. Los islamistas militantes creen en una fe superior. Solamente no están de acuerdo en quién de entre ellos mismos será el amo supremo… de la fe suprema. Esto es en lo que realmente se disputan. Por lo tanto, la pregunta que está ante nosotros es si acaso el islamismo militante tendrá el poder de llevar a cabo sus desenfrenadas ambiciones.
Hay un lugar en donde eso podría pasar muy pronto: El Estado Islámico de Irán.
Durante 35 años, Irán ha perseguido sin descanso la misión global establecida por su mandatario fundador, Ayatollah Khomeini, en estas palabras:
Exportaremos nuestra revolución al mundo entero.
Hasta que el grito “no hay otro D-os más que Alá” haga eco en todo el mundo.
Y desde entonces, los brutales encargados de hacer cumplir el régimen, los Guardias Revolucionarios de Irán, han hecho exactamente eso.
Escuchen a su actual comandante, el general Muhammad Ali Ja’afari. Él claramente declaró ese objetivo. Dijo:
Nuestro Imam no limitó la Revolución Islámica a este país…
Nuestro deber es preparar el camino para el gobierno mundial islámico… El presidente de Irán, Rouhani estuvo aquí parado la semana, y derramó lágrimas de cocodrilo por lo que él llamó “la globalización del terrorismo”. Tal vez debería de ahorrarnos esas lágrimas falsas y en su lugar sostener una conversación con los comandantes de los Guardias Revolucionarios de Irán.
Podría pedirles que cancelaran la campaña global de terror de Irán, que ha incluido ataques en dos docenas de países en los cinco continentes desde 2011 solamente.
Decir que Irán no practica el terrorismo es como decir que Derek Meter nunca jugó el campo corto de los Yankees de Nueva York.
El lamento del presidente de Irán acerca del esparcimiento del terrorismo debe ser una de las más grandes representaciones de doble discurso de la historia.
Ahora, algunos todavía argumentan que la campaña de terror global de Irán, es la subversión de países a lo largo de Medio Oriente y mucho más allá del Medio Oriente, algunos argumentan que es el trabajo de extremistas.
Dicen que las cosas están cambiando. Apuntan a las elecciones en Irán del año pasado.
Dicen que el presidente de tan suave habla, y el ministro de relaciones exteriores, han cambiado no solamente el tono de la política externa de Irán sino también su contenido. Creen que Rouhani y Sharif quieren una genuina reconciliación con el Occidente, que han abandonado la misión global de la Revolución Islámica.
¿De verdad?
Vamos a ver lo que el ministro de relaciones exteriores Sharif escribió en su libro apenas hace unos años:
Tenemos un problema fundamental con Occidente, y especialmente con Estados Unidos, esto es porque somos los herederos de una misión global, que está unida a nuestra razón de existir. Una misión global que está unida a nuestra mera razón de existir. Y entonces Sharif formula una pregunta, creo que una interesante. Dice:
¿Cómo puede ser que Malasia [se refiere a un país abrumadoramente Musulmán] – no tenga problemas similares?
Y responde:
Porque Malasia no está tratando de cambiar el orden internacional.
Así que no se dejen engañar por la encantadora ofensiva de manipulación iraní. Está diseñada para un propósito, y un propósito únicamente: Levantar las sanciones y eliminar los obstáculos del camino de Irán hacia la bomba. La República Islámica está tratando de embaucar su camino hacia un acuerdo que elimine las sanciones que aún enfrenta y la deje con la capacidad de miles de centrífugas para enriquecer uranio.
Esto cimentaría eficazmente el lugar de Irán como un umbral de potencia nuclear militar. En el futuro, en el momento que así lo decida, Irán, el estado más peligroso del mundo en la zona más peligrosa del mundo, obtendrá las armas más peligrosas del mundo. Permitir que eso suceda, será la amenaza más grave para todos nosotros.
Una cosa es enfrentar militantes islamistas en camionetas pick-up, armados con rifles Kalashnikov. Otra cosa es confrontar militantes islamistas con armas de destrucción masiva.
Recuerdo el año pasado, todos estaban aquí correctamente preocupados acerca de las armas químicas en Siria, incluyendo la posibilidad de que cayeran en manos de terroristas. Eso no sucedió. Y el presidente Obama merece un enorme crédito por liderar el esfuerzo diplomático para prácticamente desmantelar toda la capacidad de armas químicas de Siria.
Imagínense que tanto más peligroso sería el Estado Islámico, ISIS, si poseyera armas químicas. Ahora imaginen que tanto más peligroso sería el estado islámico de Irán si poseyera armas nucleares.
Damas y caballeros, ¿dejarían ustedes a ISIS enriquecer con uranio? ¿dejarían que ISIS construyera un reactor de agua pesada?, ¿dejarían a ISIS desarrollar misiles de balísticos intercontinentales?
Claro que no lo dejarían. Entonces no deben dejar al Estado Islámico de Irán hacer esas cosas tampoco.
Porque esto es lo que va a pasar:
Una vez que Irán construya bombas atómicas, todo el encanto y las sonrisas van a desaparecer repentinamente. Simplemente se van a desvanecer. Es entonces cuando los ayatolas mostrarán su verdadera cara y desatarán su fanatismo agresivo sobre todo el mundo.
Solo hay un curso de acción responsable para enfrentar esta amenaza:
Las capacidades nucleares militares de Irán deben ser completamente desmanteladas.
No cometan ningún error – ISIS debe ser derrotado. Pero derrotar a ISIS y dejar a Irán como un umbral de potencia nuclear es ganar la batalla y perder la guerra.
Damas y caballeros, la lucha en contra del Islam militante es indivisible. Cuando el Islam militante tiene éxito en alguna parte, se envalentona en todas partes. Cuando sufre una derrota en un lugar, retrocede en todos los lugares.
Es por ello, que la lucha de Israel contra el Hamas no es solamente nuestra lucha. Es vuestra lucha.
Israel está luchando contra un fanatismo hoy, que probablemente sus países se vean forzados a luchar en su contra mañana.
Por cincuenta días en el reciente verano, Hamas lanzó miles de proyectiles hacia Israel, muchos de ellos suministrados por Irán.
Quiero que piensen qué harían sus países si miles de proyectiles fueran disparados sobre sus ciudades. Imaginen millones de sus ciudadanos teniendo apenas unos segundos para meterse en refugios antibombas, día tras día.
Ustedes no permitirían que terroristas dispararan misiles sobre sus ciudades impunemente. Tampoco dejarían que terroristas cavaran docenas de túneles de terror bajo sus fronteras para infiltrarse en sus pueblos, con el propósito de asesinar y secuestrar a sus ciudadanos.
Israel se defendió justamente en contra de misiles y túneles de terror.
Asimismo Israel enfrentó otro reto. Enfrentamos una guerra de propaganda.
Porque, en el intento de ganar la simpatía del mundo, Hamas utilizó cínicamente civiles palestinos como escudos humanos. Utilizó escuelas, no solo escuelas – escuelas de la ONU, casas particulares, mezquitas, incluso hospitales para almacenar y disparar misiles hacia Israel. Mientras Israel quirúrgicamente apuntaba a los lanzacohetes y a los túneles, civiles palestinos fueron trágica pero involuntariamente muertos. Hay imágenes desgarradoras como resultado de lo anterior, y estas incentivaron acusaciones calumniosas diciendo que Israel estaba apuntando deliberadamente hacia población civil. No lo estábamos haciendo.
Lamentamos profundamente todas y cada una de las víctimas civiles. Y la verdad es esta:
Israel estaba haciendo todo lo posible para minimizar las víctimas civiles palestinas. Hamas estaba haciendo todo lo posible para maximizar víctimas civiles israelíes y víctimas civiles palestinas. Israel tiró volantes, hizo llamadas telefónicas, envió mensajes de texto, emitió advertencias en árabe en la televisión palestina, siempre para permitir a los civiles palestinos evacuar las zonas seleccionadas como objetivos.
Ningún otro país y ningún otro ejército en la historia, han recurrido a mayores longitudes para evitar víctimas entre la población civil de sus enemigos.
Esta preocupación por la vida palestina fue tanto más notable, dado que los civiles israelíes estaban siendo bombardeados por misiles día tras día, noche tras noche. Mientras sus familias eran bombardeadas por Hamas, el ejército civil de Israel – los valientes soldados del Ejército de Defensa de Israel, nuestros jóvenes niños y niñas – sostuvieron los valores morales más altos que ningún ejército del mundo.
Los soldados de Israel no merecen condena alguna, sino admiración. Admiración de gente decente por doquier.
Aquí está lo que hizo Hamas: Hamas incrustó sus baterías de misiles en áreas residenciales, y le dijo a los palestinos que ignoraran las advertencias de evacuación de Israel. Y en caso de que no les hubiera quedado claro el mensaje, ejecutaron a los civiles palestinos en Gaza que se atrevieron a protestar.
Algo no menos reprensible, Hamas deliberadamente ubicó sus misiles en donde los niños palestinos viven y juegan. Permítanme mostrarles una fotografía. Fue tomada por una tripulación francesa durante el reciente conflicto. Aparecen dos lanzacohetes, que fueron utilizados para atacarnos. Ven tres niños jugando cerca de ellos. Hamas deliberadamente pone sus misiles en cientos de áreas residenciales como esta. Cientos de ellas. Damas y caballeros, esto es un crimen de guerra. Y le digo al presidente Abbas, estos son los crímenes de guerra cometidos por Hamas, tus socios en el gobierno de unidad nacional que tú encabezas y de los que tú eres responsable. Y estos son los verdaderos crímenes de guerra que deberías de haber investigado o hablado en contra desde este podio la semana pasada.
Damas y caballeros, mientras los niños israelíes se acurrucaban en refugios antibombas y el sistema de defensa antimisiles israelí Domo de Hierro derribaba los misiles del cielo, la profunda diferencia moral entre Israel y Hamas no podía ser más clara:
Israel estaba usando sus misiles para proteger a sus niños.
Hamas estaba usando a sus niños para proteger a sus misiles.
Al investigar a Israel en lugar de a Hamas por crímenes de guerra, el Consejo para los Derechos Humanos de la ONU ha traicionado su noble misión de proteger a los inocentes. De hecho, lo que está haciendo es voltear de cabeza las leyes de guerra. Israel, que tomó medidas sin precedentes para minimizar las víctimas civiles, es condenado. Hamas, que hizo ambas cosas – apuntar y esconderse tras civiles, un doble crimen de guerra – se le da un pase.
El Consejo de Derechos Humanos está entonces enviando un mensaje muy claro a los terroristas en todos lados:
Usen civiles como escudos humanos. Úsenlos una y otra y otra vez. ¿Saben por qué? Porque, tristemente, funciona.
Al otorgar legitimidad internacional al uso de escudos humanos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se ha convertido en el Consejo de Derechos Terroristas, y tendrá repercusiones. Probablemente ya las tiene, en cuanto al uso de civiles como escudos humanos.
No es únicamente nuestro interés. No son únicamente nuestros valores los que están siendo atacados. Son vuestros intereses y vuestros valores.
Damas y caballeros, vivimos en un mundo empapado de tiranía y terror, en donde muchachos son colgados de grúas en Teherán, prisioneros políticos son ejecutados en Gaza, niñas son secuestradas masivamente en Nigeria y cientos de miles son masacrados en Siria, Libia e Irak. Sin embargo casi la mitad, casi la mitad de las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU enfocadas en un solo país, han sido dirigidas en contra de Israel, la única democracia verdadera en el Medio Oriente – Israel. En donde los asuntos son debatidos abiertamente en un parlamento bullicioso, en donde los Derechos Humanos son protegidos por Cortes independientes y en donde las mujeres, homosexuales y minorías viven en una sociedad genuinamente libre.Derechos Humanos… (eso es un oxímoron, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero igual lo voy a utilizar), el trato sesgado del Consejo hacia Israel es nada más que la manifestación del regreso de los prejuicios más antiguos del mundo.
Oímos manifestaciones hoy en día en Europa que pide que se gasifique a los judíos. Oímos a algunos líderes nacionales comparar a Israel con los nazis. Este no es el resultado de las políticas de Israel. Es el resultado de mentes enfermas. Y esa enfermedad tiene un nombre. Se llama antisemitismo.
Se extiende ahora en sociedades educadas, en donde se enmascara como una crítica legítima hacia Israel.
Durante siglos, el pueblo judío ha sido demonizado con libelos de sangre y acusaciones de genocidio. Hoy en día, el Estado Judío es demonizado con el libelo del apartheid y acusaciones de genocidio.
¿Genocidio?
¿En qué universo moral el genocidio incluye advertir a la población civil del enemigo salir del paso de los daños? ¿O asegurarse de que reciban toneladas, toneladas de ayuda humanitaria todos los días, aún cuando miles de misiles están siendo disparados sobre nosotros? ¿O establecer hospitales de campaña para auxiliar a sus heridos?
Bueno, me supongo que es el mismo universo moral en donde un hombre que escribió una sarta de mentiras acerca del Holocausto, y que insiste en una Palestina libre de judíos, “Judenrein”, puede pararse en este podio y desvergonzadamente acusar a Israel de genocidio y limpieza étnica.
En el pasado, mentiras indignantes en contra de los judíos fueron las precursoras de masacres al por mayor de nuestro pueblo.
Ya no más.
Hoy en día, nosotros, el pueblo judío, tenemos el poder de defendernos.
Nos defenderemos en contra de nuestros enemigos en el campo de batalla. Expondremos sus mentiras en contra nuestra en las cortes de opinión pública. Israel continuará orgullosamente de pie y erguido.
Damas y caballeros, a pesar de los enormes retos que enfrenta Israel, creo que tenemos una oportunidad histórica.
Después de ver a Israel como su enemigo por décadas, países líderes en el mundo árabe reconocen cada vez más que juntos, ellos y nosotros, enfrentamos muchos peligros en común: esto significa principalmente un Irán con armas nucleares y movimientos militantes islamistas ganando terreno en el mundo sunita. Nuestro reto, es transformar esos intereses comunes para crear una asociación productiva. Una asociación que construya un Medio Oriente más seguro, pacífico y próspero. Juntos podemos fortalecer la seguridad de la región. Podemos avanzar en proyectos sobre agua, agricultura, transporte, salud, energía, en tantos campos.
Creo que la asociación entre nosotros puede también ayudar a facilitar la paz entre Israel y los palestinos.
Muchos han asumido por largo tiempo que una paz israelí-palestina puede ayudar a facilitar un acercamiento más amplio entre Israel y el mundo árabe.
Pero en estos días pienso que funcionaría de forma contraria: A saber que un acercamiento más amplio entre Israel y el mundo árabe puede ayudar a facilitar una paz israelí-palestina.
Y por lo tanto, para conseguir esa paz, debemos mirar no solamente hacia Jerusalem y Ramallah, sino hacia El Cairo, hacia Amán, Abu Dhabi, Riyadh y demás. Creo que la paz puede materializarse con la participación activa de países árabes, aquellos que están dispuestos a proporcionar apoyo político, material y otros apoyos indispensables.
Estoy dispuesto a hacer un compromiso histórico, no porque Israel esté ocupando una tierra ajena. El pueblo de Israel no son ocupantes en la Tierra de Israel. La historia, la arqueología y el sentido común, todos dejan en claro que hemos tenido una unión singular a esta tierra por más de 3,000 años.
Quiero paz porque deseo crear un mejor futuro para mi pueblo. Pero debe ser una paz genuina, una paz que esté anclada en un reconocimiento mutuo, y acuerdos de seguridad perdurables, acuerdos de seguridad sólidos como una roca en el terreno.
Porque como verán, los retiros de Israel de Líbano y de Gaza crearon dos enclaves militantes islámicas en nuestras fronteras donde decenas de miles de proyectiles han sido disparados hacia Israel. Estas experiencias aleccionadoras elevaron la preocupación de seguridad de Israel en cuanto a futuras concesiones territoriales. Esas preocupaciones de seguridad son más elevadas hoy en día.
Miren a su alrededor. El Medio Oriente es un caos. Países se están desintegrando.
Militantes islamistas están llenando ese vacío. Israel no puede tener territorios de los que al retirarse se adueñen militantes islámicos nuevamente, como sucedió en Gaza y Líbano.
Eso ubicaría a los simpatizantes de ISIS a distancia de mortero – unas cuantas millas – del 80 por ciento de nuestra población.
Piénsenlo. La distancia entre las fronteras de 1967 y los suburbios de Tel Aviv es como la distancia entre el edificio de la ONU aquí y Times Square. Israel es un país pequeño. Es por eso, que en cualquier tratado de paz, que evidentemente va a requerir un compromiso territorial, siempre insistiré en que a Israel le sea posible defenderse por sí mismo de cualquier amenaza. Aún así y a pesar de todo lo que ha pasado, algunos no toman seriamente las preocupaciones de seguridad de Israel.
Pero yo sí, siempre lo haré. Porque, como Primer Ministro de Israel, me fue confiada la increíble responsabilidad de asegurar el futuro del pueblo judío y el futuro del Estado Judío.
Y no importa cuánta presión ello implique, nunca renunciaré a cumplir esa responsabilidad.
Creo que con una actitud fresca por parte de nuestros vecinos, podemos avanzar con la paz a pesar de las dificultades que enfrentamos.
En Israel, tenemos un récord de hacer posible lo imposible. Hemos hecho florecer una tierra desolada.
Y con muy pocos recursos naturales, hemos utilizado las mentes fértiles de nuestra gente para convertir a Israel en un centro global de tecnología e innovación.
Paz, por supuesto, le permitiría a Israel materializar su potencial completo, y atraer un futuro prometedor no solamente para nuestro pueblo, no solamente para el pueblo palestino, sino para muchos, muchos otros en nuestra región.
Pero la vieja plantilla de paz debe ser actualizada. Debe considerar nuevas realidades y nuevos puestos y responsabilidades para nuestros vecinos árabes.
Damas y caballeros, existe un nuevo Medio Oriente. Presenta nuevos peligros, pero también nuevas oportunidades.
Israel está listo para trabajar con socios árabes y la comunidad internacional para confrontar esos peligros y aprovechar esas oportunidades.
Juntos debemos reconocer la amenaza global del Islam militante, la urgencia de desmantelar la capacidad de las armas nucleares de Irán y el indispensable rol de países árabes para avanzar la paz con los palestinos.Todo esto puede ir en contra de la sabiduría convencional, pero es la verdad. Y la verdad siempre debe ser dicha, especialmente aquí.
Isaías, nuestro gran profeta de paz, nos enseñó hace casi 3,000 años en Jerusalem a hablar con la verdad al poder.
Por el bien de Sion, no callaré.
Por el bien de Jerusalem, no me quedaré quieto.
Hasta que su justicia reluzca, y su salvación brille como una antorcha de fuego.
Damas y caballeros, prendamos una antorcha de justicia y verdad para salvaguardar nuestro futuro común. Gracias.
Traducción Jane Szczupak