¿Y tú cómo ves los toros, desde la barrera o desde adentro del ruedo? No es lo mismo verlos desde adentro del ruedo que desde la barrera. No es lo mismo vivir tu propia experiencia que hablar de terceras personas. Y esto lo digo porque lo que siente el que está enfrente del toro, no lo siente el que está cómodamente sentado en las barreras. Hoy en día, vivimos una época de crisis económica; muchas personas han perdido su casa, su carro, su patrimonio, sus ahorros, su trabajo, su familia y sus deseos de vivir. Y no es lo mismo como ve tus inversiones tu asesor financiero, que tú, para él no significa más que números y un cliente más, para ti es el dinero que has ahorrado toda tu vida. Igualmente, no es lo mismo para el que ha perdido su casa, o su coche por falta de pago, que al amigo que se entera de tu situación porque se lo platicaron en el café. No es lo mismo vivir un divorcio, a que sea contado. No es lo mismo quedarse sin trabajo o sin dinero, que simplemente escucharlo.
Cada persona es diferente y tiene que vivir su propia experiencia, aprender de ella para crecer y ser mejor persona en el futuro. Aprender de los posibles errores que cometemos en el pasado, tomando conciencia de ellos para no volverlos a cometer y continuar siendo más fuertes que antes del error. A veces, las situaciones que se nos presentan no son fáciles de aceptar, llegan inesperadamente y nos toman por sorpresa. ¡Y cómo poderlas asimilar correctamente! Si no es lo que esperábamos. ¿Cuántas veces tenemos que sufrir la pérdida de un ser querido, una enfermedad, una noticia desagradable, un imprevisto, una pérdida material? ¿Y cómo enfrentar estas situaciones tan dolorosas? Muchas veces ver sufrir a un ser querido, es más doloroso que vivirlo en carne propia, sobre todo cuando se trata de un hijo, de una pareja, un padre o un hermano. ¡Qué mejor que a todos nos vaya bien, que todos gocemos de salud, paz, abundancia, felicidad! Que nadie sepa de penas.
Dice un dicho judío que “cuando uno bendice a una persona se bendice a sí mismo al escuchar su misma bendición”. Todo lo que nos sucede es para aprender algo. ¿Qué es lo que debemos aprender? A estar en paz, mantenerla o recuperarla en caso de perderla, independientemente de lo que esté pasando o no esté pasando. No pierdas el tiempo compitiendo o comparándote con los demás, tú eres tú y él es él. Y son distintos en la forma (cuerpo) y en lo que les sucede. No lo olvides. Vive tu vida siendo responsable de ti mismo, y si puedes ayudar al prójimo, ayúdalo, si no mejor quédate callado, pues de tu silencio jamás te arrepentirás.
Para finalizar quiero decirles: “Lo importante no es cómo se comienza, sino como se termina todo”.