Las torsiones son muy eficaces en el alivio de los dolores de espalda, dolores de cabeza y rigidez en el cuello y los hombros.
A medida que el tronco gira, los riñones y órganos abdominales se activan y se ejercitan. Esto mejora la digestión y elimina la pereza. La columna se hace flexible y las caderas se mueven más fácilmente.
La mayoría de las asanas en torsión mejoran el flujo de prana (energía vital) alrededor del ombligo. Esto nutre los órganos como el páncreas, los riñones, el estómago, el intestino delgado, el hígado y la vesícula biliar, alivia los trastornos asociados y rejuvenece los tejidos en general… Estas asanas, por lo tanto, tienen un fuerte efecto sobre la salud en general y la vitalidad.
En los niveles emocionales y psíquicos, las torsiones controladas representan una manera de manejar los nudos y los problemas de la vida. Para muchas personas, la vida parece complicada y sus problemas parecen ser demasiado difíciles de resolver. Estas posturas favorecen una introspección e inspiran un enfoque sistemático para desatar los nudos enredados de la vida.
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