Según un nuevo estudio israelí, la hidra, un pequeño animal con tentáculos
de agua dulce, sabe exactamente dónde regenerar las partes perdidas del cuerpo y su truco podría algún día ser utilizado para regenerar los músculos humanos. Y si la hidra puede regenerarse infinitamente, tal vez conozca el secreto de la inmortalidad.
Este animal puede ser triturado en trozo y vuelve a recuperarse en un animal sano, utilizan señales químicas para regenerar partes del cuerpo, pero los investigadores del Instituto Technion-Israel ahora sugieren que las hidras tienen estructuras con memoria que guía la regeneración de las células en la dirección correcta.
Las hidras utilizan una red de fibras de proteína dura y fibrosa para alinear sus células. Cuando las piezas son cortadas o arrancadas de las hidras, el patrón (llamado “citoesqueleto”) sobrevive y se convierte en parte del nuevo animal. El patrón genera una pequeña, pero potente cantidad de fuerza mecánica que muestra las células donde alinearse.
Esta fuerza puede servir como una forma de memoria, que almacena información sobre el diseño de los cuerpos de los animales. Cuando las piezas de la hidra comienzan el proceso de regeneración, los restos de la hidra se pliegan en pequeñas bolas y el citoesqueleto encuentra el equilibrio entre mantener su forma antigua y/o adaptarse a las nuevas condiciones.
Sin embargo, algunas porciones conservan su patrón. A medida que la pequeña bola de tejido se estira en un tubo y crece una boca con un anillo de tentáculos, las nuevas partes del cuerpo siguen la plantilla fijada por el citoesqueleto en fragmentos de la hidra original. La principal estructura del citoesqueleto en la hidra del adulto es una serie de fibras alineadas que abarcan todo el organismo. La alteración del citoesqueleto es suficiente para interrumpir la formación de nuevas hidras, hallaron los investigadores. De muchas maneras, el citoesqueleto es como un sistema de cables tensos que ayuda a la hidra a mantener su forma y función.
En un experimento, los investigadores cortaron la hidra original en anillos que se doblaron en bolas que contenían múltiples dominios de fibras alineadas. Esas piezas en forma de anillo se convirtieron en hidras de dos cabezas. Sin embargo, el anclaje de los anillos de hidra a los hilos rígidos resultó en hidras de una sola cabeza sanas, lo que sugiere que las retroalimentaciones mecánicas promueven el orden en el animal en desarrollo.
Fuente: http://aurora-israel.co.il/la-hidra-podria-ser-el-elixir-de-la-juventud/