La inauguración se realizó con éxito y gran bombo, con
alegría y con la participación de muchas personas. Se inauguró con todo y corte de listón este espacio que será llamado Minian, aunque podría ser más bien un Midrash. Pero no importa el nombre que se le dé a este espacio, lo importante es que los Socios del Deportivo, cuentan ahora con un espacio para rezar, eventualmente para decir Kadish o para meditar.
El Minian, un grupo de 20 a 25 mitpalelim, quienes rezan muy temprano en las mañanas, Shajrit de lunes a jueves desde hace quince años.
Este espacio, respetando proporciones, es algo similar que el ejército israelí, el Tzahal, reserva en sus instalaciones militares para los religiosos que quieren rezar.
En realidad, estos Socios religiosos del Centro Deportivo Israelita, ejercen su derecho como judíos. Un hecho del cual no debemos de estar temerosos los Socios no religiosos.
Cada vez que en el mundo se construye un nuevo Aarón Kodesh, un lugar para guardar la Torá, debemos recordar los que fueron destruidos durante la historia del pueblo judío. No solamente los destruidos por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, sino los destruidos durante nuestra historia, sobre todo, desde sus inicios.
Recordemos Or Zarua, una minúscula sinagoga de madera situada en el corazón de Viena, capital de lo que iba a ser el Imperio austrohúngaro, de la familia de los Habsburgo, que fue incendiada por las turbas en 1458. Ardió con las Toroth y con todo y los cuatro judíos encerrados.
Estoy seguro, que seguiremos siendo hermanos y amigos de los Socios que asistan a los servicios del nuevo Minian, que la reconciliación que ya existe seguirá los destinos de los Socios del CDI.