En 2015, David Grossman había retirado su candidatura para el Premio Israel de Literatura de ese año. Tomó su decisión como protesta a lo que consideraba incitación por parte del Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, contra los principales científicos y autores de Israel. Este año fue nominado nuevamente.
El comité del premio, dirigido por el prof. Avner Holtzman, señaló que desde principios de los años 80, Grossman ha ocupado un lugar central en la escena cultural israelí. “Es una de las voces más profundas, conmovedoras e influyentes de nuestra literatura”, manifestó.
Las novelas, cuentos, documentales y libros para niños de Grossman también son notables por su imaginación, profunda sabiduría, sensibilidad humana, postura moral y lenguaje único, afirmó el panel.
“Sus libros han sido traducidos a decenas de idiomas, convirtiéndolo en uno de los autores israelíes más conocidos, estimados y queridos. Por todas las razones anteriores, consideramos que David Grossman es digno del Premio de Literatura de Israel, 5778”, afirmó el panel. Específicamente, sus libros han sido traducidos a 42 idiomas. Nacido en Jerusalem en 1954, Grossman fue a la escuela en Beit Hakerem, luego en Leyada (la escuela secundaria de la Universidad Hebrea). Publicó su primera historia, Burros, en 1979.
En 2017, Grossman se convirtió en el primer israelí en ganar el prestigioso Premio Internacional Man Booker por su novela A horse walks into a bar, sobre la vida de un cómico standupista en el transcurso de un concierto nocturno. El ministro de Educación, Naftali Bennett, aplaudió la noticia del premio en su cuenta de Twitter y escribió que Grossman es “una de las voces más conmovedoras, profundas e influyentes en la literatura israelí”. Grossman es conocido por su visión de izquierda sobre el conflicto palestino-israelí, un hecho notado por Bennett, jefe del partido derechista nacionalista-religioso Habait Hayehudí. Bennett reconoció sus diferencias políticas con Grossman. “Sé que no mantenemos las mismas posiciones políticas, pero no importa”, dijo el ministro, y agregó: “Somos una sola nación”. Señaló que Grossman perdió un hijo en combate durante la Segunda Guerra del Líbano de 2006.