Un trofeo, las medallas, los abrazos, la emoción, el llanto, las sonrisas, la porra,
los entrenadores, la institución y un escudo y colores que se defienden con sudor, cansancio, golpes, caídas y raspones… ese es el camino que nuestras niñas tuvieron que vivir para que hoy puedan levantar el trofeo y sentirse orgullosas de su esfuerzo.
Un torneo que finaliza con el mejor de los resultados para nuestro equipo, pero para llegar a estas instancias el trabajo en grupo fue fundamental, el esfuerzo de las niñas en cada entrenamiento, el entender la función dentro de la cancha, cada partido, cada pase, cada balón recuperado, las atajadas de nuestra portera, los errores, las complicaciones de cada partido, su constancia y dedicación, el compromiso que tienen con el balón y con su equipo, la mentalidad de triunfar, la disposición y entrega, son una mezcla que se fue amasando a lo largo de un ciclo, con el cariño y apoyo de sus padres, la instrucción, guía y formación de sus entrenadores a nivel deportivo, el apoyo de la coordinación y dirección de fútbol, todo esto se une para construir y dar vida a un sueño que inició con la idea, la ilusión de repetir el logro del torneo anterior, de salir campeonas de nueva cuenta.
Fuimos llevando al grupo paso a paso, viendo su evolución, compartiendo sus risas y alegrías, enojos, gritos, confusión, apoyo, ánimo, entrega, felicidad, la emoción en el rostro de estas niñas después de anotar, cuando se gana un partido, el valor de atreverse a conducir el balón y burlar, una, dos y hasta tres rivales, desbordar por la banda y tirar, el regreso heroico debuta de nuestras jugadoras para robar el balón a la rival, y evitar un gol, la fuerza de las defensas al disputar el balón y ganarlo, todo esto es lo que se requiere para ser campeonas, nunca bajar los brazos, siempre ver al frente y cada vez que caemos levantarnos y seguir con más fuerza, esto es lo que hoy nos enseñan estas niñas y es de lo que deben estar hechas las campeonas, incluso el miedo y los nervios ellas nos demuestran que son mínimos ante su deseo de alcanzar un sueño, una meta y que después de pensarlo, lo único que queda por hacer es concretarlo. ¡Felicidades campeonas!
Es un orgullo verlas jugar, un privilegio ser parte de este equipo, y una alegría el saber que sus sueños y metas los vuelven realidad.
¡Campeonas, campeonas, campeonas, vamos CDI!
La Femenil 03-04 está presente.
Abrazo de gol.