Seguramente muchos hemos escuchado la expresión: “Tengo la camiseta bien

puesta”. Sin duda alguna, es una frase que muchos nos gustaría decir sobre la familia de la que somos miembros, la comunidad a la que pertenecemos, la empresa en la que laboramos o el deportivo en el que pasamos muchas horas y vivimos tantos gratos momentos. El viernes pasado, miembros del Consejo Directivo y el Comité Ejecutivo del CDI tuvimos la oportunidad de ir a visitar el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) del Estado de México, el cual fue el primer CRIT inaugurado en 1999. La razón de la visita fue aprender sobre su modelo de trabajo entre voluntarios y profesionales; así como, capitalizar sus lecciones aprendidas, siendo este considerado uno de los modelos más exitosos a nivel mundial.

El resumen de este primer aprendizaje para el equipo de voluntarios, se puede resumir en las siguientes diez acciones, sencillas, pero muy efectivas:

1. Lograr sentido de pertenencia de los profesionales y voluntarios.

2. Mantener una constante capacitación al voluntariado.

3. Llevar a cabo programas de mejora de Recursos Humanos.

4. Asegurar contar con procesos de calidad en toda la institución.

5. Establecer, comunicar y vivir la misión del voluntariado.

6. Convertir al voluntariado en un voluntariado profesional.

7. Lograr que el voluntario perdure en el tiempo.

8. Portar un distintivo que identifica a todos los voluntarios dentro de la institución.

9. Implementar una cultura de logros, reconociendo y motivando al voluntariado.

10. Seguir construyendo catedrales con el corazón.

El segundo aprendizaje y sin duda alguna el más importante, fue cuando además de conocer su extraordinario modelo de trabajo, lineamientos, estrategias y certificaciones en sus diversos procesos y ciclos de trabajo operativos y administrativos, tanto de los profesionales como de su voluntariado, escuchamos una gran lección de vida denominada: “Tengo la camiseta bien puesta”.

Tuvimos la gran suerte de poder escuchar al Presidente de la Fundación Teletón, Fernando Landeros (Chobi), quien nos narró la historia de un niño del Teletón diagnosticado con una enfermedad terminal y que después de haber sido atendido en diversos centros incluyendo su estancia en el CRIT por varios años y sabiendo que pronto moriría, solicitó a sus familiares y amigos que el día de su muerte quería pedir tres deseos. El primero, que el día de su muerte hubiera una gran fiesta porque quería que la gente lo recordara con alegría y no con tristeza. Segundo, que en la fiesta hubiera mucha comida, ya que al ser una gran celebración debería estar acompañada de esta manera.

Tercero y último, que lo vistieran con sus mejores galas para que lo recuerden muy guapo y bien vestido. A esta tercera petición, le peguntaron cuáles eran sus mejores galas.

Y el niño respondió de manera obvia: la camiseta del Teletón, ya que con ella nunca lo habían hecho sentirse menos o diferente.

Agregando, que por el contrario, cada que se la ponía se sentía querido y apreciado.

Posteriormente, pocos días transcurrieron y el niño falleció como estaba pronosticado y efectivamente hubo una gran fiesta y mucho comida, y obviamente el niño portaba sus mejores galas… con la camiseta bien puesta.

¡Gracias CDI por esta gran experiencia de vida!

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