Empezamos con la cabeza:

¿qué puede ser un dato de alarma en los ojos? Cuando las pupilas no son iguales (anisocoria) puede haber un problema neurológico grave. Otro dato es la conjuntiva del ojo muy pálida tanto en blancos como en negros, que puede hablarnos de anemia. En la cara, la desviación de la boca puede hacer pensar en una parálisis facial, y si se acompaña de debilidad de extremidades de un solo lado puede sugerir embolia.

Otra manifestación de enfermedades que se pueden ver en la cara, es cuando está muy roja, esto habla de exceso de glóbulos rojos (el opuesto a la anemia). Y puede ser manifestación de enfermedad pulmonar. Los labios azules (cianosis), pueden ser dato de insuficiencia cardíaca o retención de dióxido de carbono por el pulmón.

También, podemos ver la cara de luna llena en el Cushing, y los ojos típicos de una persona con insuficiencia renal.

Así que como vemos, observar bien la cara de una persona, nos puede dar mucha información si sabemos interpretarla.

Así que ahora sí, pídele a tu médico: que te vea la cara.

Pasamos al cuello, donde podemos observar (con la persona sentada y el cuello a 45 grados) una hinchazón de la vena yugular (ingurgitación). Esto puede hacer sospechar insuficiencia cardíaca. Es decir, que el corazón no puede hacer su trabajo en forma suficiente.

El corazón y el pulmón son un circuito cerrado, lo que afecta a uno afecta al otro.

En el tórax, podemos ver más datos de insuficiencia cardíaca: como por ejemplo al caminar, cuando el paciente dice, “antes de mi cuarto al comedor me paraba dos veces, ahora me paro cuatro veces”, a lo mejor se está congestionando el pulmón por la incapacidad del corazón para bombear y podemos notarlo a tiempo, observando que requiere más descansos para el mismo esfuerzo que anteriormente.

Esta simple observación puede salvarle la vida, y además prevenir hospitalizaciones.

Otro problema del tórax es el pulmón. Cuando a una persona le falta el aire, se llama disnea. Pero si le falta el aire al acostarse y se tiene que sentar, se llama ortopnea.
Por qué menciono esto si dije que no iba a usar términos médicos, pues bien, es para explicarles que uno de los datos más incipientes de un pulmón que se empieza a inundar por falla de bomba, (o sea, edema agudo pulmonar por insuficiencia cardíaca), es la falta de aire al acostarse que obliga a sentarse para poder seguir respirando.
Si esto te pasa a ti o a algún familiar, lo más probable es que también tenga otros datos que ya vimos, por ejemplo, la vena yugular del cuello hinchada, los pies hinchados, y poca tolerancia al esfuerzo. Si tiene todo esto llévalo a su médico urgente.

Los alvéolos son la parte del pulmón que se encarga de dar oxígeno a los tejidos y recoger el dióxido de carbono del cuerpo para eliminarlo, si el corazón no puede bombear y te acuestas, se inundan los alvéolos y entonces tenemos ortopnea. Ojo, este solo dato puede salvar una vida.

Los brazos, las manos y los dedos, también pueden darnos información sobre la salud.

Los dedos en palillo de tambor (que parecen baquetas para tocar la batería), pueden sugerir un problema pulmonar crónico. La exposición al hielo o agua muy fría, que pone las manos amoratadas puede presentarse en vasculitis como en enfermedades como lupus y otras.

A veces, el adormecimiento de los dedos es reflejo de una compresión de algún nervio en el cuello.

Toda esta información se puede volver muy confusa, por eso estudiamos años para entenderla, así que tomen lo mejor de esta lectura, pero no quieran substituir al médico, de eso ya se ha encargado Google.

Continuando el recorrido pasamos al abdomen: todo dolor abdominal es mejor que lo vea el médico. ¿Por qué? Bueno para empezar, medicar un dolor abdominal, puede enmascarar un cuadro de apendicitis, diverticulitis, y dificultar el diagnóstico poniendo en peligro al enfermo, no es lo mismo operar un apéndice a tiempo, que uno reventado con peritonitis por haber enmascarado el cuadro al tomar un antibiótico.

En el abdomen, la vesícula, el colon, el intestino delgado, los riñones, el páncreas, etcétera. Pueden simular, gastritis, colitis, dolor de espalda y más. Mejor no arriesgarse con el dolor abdominal.

En las extremidades inferiores podemos ver también enfermedades potencialmente peligrosas, por ejemplo los coágulos en las venas de las piernas pueden salir disparados al pulmón, lo que se llama tromboembolia pulmonar. El 90 por ciento de los coágulos que van al pulmón vienen de las venas de las piernas, así que a cierta edad no estés sentado en viajes largos en coche o avión, y tómate una aspirinita antes de viajar.

La hinchazón de los pies y piernas pueden sugerir insuficiencia venosa, insuficiencia cardíaca, enfisema pulmonar y más. Todo el cuerpo nos habla con sus síntomas, hay que aprender a leer los más peligrosos para detectar a tiempo y prevenir complicaciones.

Así terminamos este recorrido del cuerpo, que nos puede dar datos de alarma, de la cabeza a los pies.

leongolub@me.com
medico@eishel.org

Beyajad El Encuentro, 3ª. edición

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