Samantha Levy, una joven
colombiana que se desempeña como funcionaria del Consejo Regional de la Aravá, recibió a la Agencia AJN en el marco del 70º aniversario de la independencia del Estado de Israel.
– ¿Cómo evalúas tu decisión de quedarte a vivir en Israel?
– Fue la mejor decisión que tomé en mi vida, y la más radical… Vengo de una familia privilegiada de Bogotá y lo tenía todo -mi auto, una persona que me cocinaba…-, pero faltaba algo. En un primer punto llegué a Israel por una historia de amor: hace 16 años conocí a mi esposo en una playa de Colombia. Fue amor a primera vista: él es israelí y estaba viajando después del Ejército y yo estaba de vacaciones de la universidad. Tres años a larga distancia y decidimos terminar, pero tras dos más aún en contacto pasé por Israel antes de ir a hacer un posgrado a España y cuando llegué me quedé y lo postergué. Vivimos en Tel Aviv y llegamos a la Aravá. Es el desierto y la zona más periférica y aislada de Israel. No era fácil pasar de 8 millones a 80 familias, una comunidad donde decidimos tener a nuestros hijos, pero es un lugar autosuficiente. Él vivió ahí desde los 4 años y yo quería que mis hijos crecieran con esos valores. No fue fácil llegar después de vivir en ciudades grandes, pero aproveché el tiempo e hice un MBA [sigla en inglés de Maestría en Administración de Empresas] en línea de la Universidad de Londres. Quedé embarazada y ya tengo 2 hijos. Empecé a trabajar en el consejo municipal y entendí que acá, lo imposible es posible. Esta región, la más árida del país, donde caen 25 mililitros de agua de lluvia, con mano de obra costosa, mucho sol y tierra poco fértil, es la responsable de más del 50 por ciento de las exportaciones de vegetales frescos de Israel. Una comunidad tan pequeña es una potencia agrícola en el mundo y ésta es una de las razones por las que me siento más orgullosa. La Aravá es un ejemplo actual de que en toda su historia Israel se enfrentó a obstáculos y problemas y los solucionó y los convirtió en ventajas. Nadie ponía un peso ni podía imaginar que acá se hiciera agricultura… Y no solo para Israel: además, se exporta y al menos 16 países de África y Asia vienen a aprender y es un cambio de vida, más allá de que nacieron con muchos recursos hídricos y tierra fértil. Hay que pensar “fuera de la caja”, con nuevas ideas y bajo la capacidad humana. “Lo que deseas no será un sueño”, dijo [el ideólogo del sionismo político moderno, Theodor] Herzl.
– ¿Cuáles son los logros de la Aravá?
– En un contexto en el cual perdemos contra el desierto 12 millones de hectáreas de tierra fértil, junto con una población mundial que crece exponencialmente, cómo hacer lo máximo con recursos naturales limitados es crucial y vital para todo el mundo, no solo Israel. El conocimiento está puesto en la tecnología y la Aravá no busca crear una cara, ni productos genéticamente modificados, sino hacer las preguntas adecuadas: la planta necesita sol, agua y humedad, ¿cómo se los damos?
– ¿Cómo se logra que todo crezca acá?
– Está el Centro de Investigación y Desarrollo, que busca adaptar las plantas a las condiciones extremas y lo financia un 50 por ciento el Keren Kayemet Leisrael [KKL] y otro el Gobierno. Las personas de todo el mundo pueden sentirse parte de este proyecto, ya que las investigaciones sirven para todos los que vienen a aprender acá sobre agricultura. Es un trabajo grande, que se realiza hace 50 años, cuando llegaron los pioneros. Los agricultores reciben apoyo para la preparación de tierras y reservorios de agua, con un sistema de reciclaje para reutilizar el agua que cae y que si no se retiene, se gasta y no se usa. El KKL está involucrado en cualquier aspecto, desde la infraestructura hasta la calidad de vida de los 3.700 residentes oficiales, que tenemos centros médicos, educación para los hijos y programas de música. Empleo y calidad de vida…
– El líder sionista y primer ministro fundacional del Estado de Israel, David Ben Gurión, soñó esto y ahora se cumplen 70 años…
– Fue un visionario increíble. Y es un ejemplo para el mundo entero: ver en las dificultades soluciones, enfrentándolas…
Fuente: www.agenciaajn.com