Desde la creación del mundo, el hombre depende del agua para vivir. La naturaleza ha proveído este líquido en forma de manantiales.  

Desde el siglo XIX existe un mercado para “aguas minerales”, agua de mesa, embotellada, efervescente, natural o ‘still water’ en inglés. Esta tradición existe desde los romanos.

Los pioneros de esta industria exitosa en Europa fueron los italianos y los franceses. Ahora no hay país europeo que no tenga una industria de agua embotellada.

Source Perrier, es una marca francesa de agua mineral con gas del mismo manantial, embotellada en Bouillens. Perrier se conoce desde 1903 como manantial en Vergéz du Gard. Source Perrier es propiedad de Nestlé, S.A. en Vevey, Suiza. Se produce en pequeños bulles y grandes bulles, burbujas pequeñas y grandes, según la preferencia del cliente, para obtener el efecto efervescente “Petillant”.

Badoit, es otra marca de agua mineral francesa que se produce en Saint-Galmier desde 1838. Badoit, es parte de Evian, S.A. en Francia, que a su vez forma parte de la multinacional Danone.

San Pellegrino, es una marca de agua mineral italiana producida en San Pellegrino Terme, Italia, que se puede obtener fácilmente en restaurantes de categoría en cualquier parte del mundo y desde luego en México.

Römerquelle, es una marca de agua mineral producida en Austria, que hoy es parte del Consorcio Internacional de Coca-Cola. Se exporta a varios países de Europa Central.  

Hoy, en todo el mundo, la venta y distribución de agua mineral está en manos de los grandes consorcios globales de productos alimenticios. 

Entre los consorcios de productos alimenticios multinacionales como Coca-Cola, hay también nombres como Danone, Unilever y Nestlé, entre los más conocidos.

En México, Danone lidera la venta de agua embotellada con la marca Bonafont. Le sigue Coca-Cola con la marca Ciel y luego PepsiCo con la marca Electropura. Algunas otras son Peñafiel y Santa María de la multinacional Nestlé. Ya hay agua mineral marca Nestlé.

Bonafont tiene una participación del 34 por ciento del mercado mexicano, seguido por Ciel con el 22.9 por ciento, mientras que Electropura tiene el 8.8 por ciento del mercado. (Eréndira Espinosa, Periódico Excélsior).

La botella, el envase, generalmente es de vidrio o de plástico. El costo de la botella y los gastos de distribución son mayores que los de la elaboración del producto. 

Un litro de agua envasada, se vende al consumidor a un precio superior al de un litro de gasolina o de etanol, fabricado con granos de maíz. 

Mucha gente sigue tomando agua de la llave cuando tiene sed. Este líquido se obtiene gratuitamente en la mayoría de las ciudades del planeta, que tengan tubería a partir de un manantial o de una planta purificadora de agua. Esta agua es limpia; es decir, sin gérmenes y es clorificada. En general, cada día más mexicanos simplemente desconfían de la limpieza del agua que proviene de la llave.

La venta de agua embotellada crece cada día. Existen en el mercado filtros de agua para purificar el agua de la llave, pasándola por depósitos de piedras volcánicas. Existen varias marcas de estos filtros disponibles en todo el mundo, como Nikken (Japón) o Pure-it (fabricado por Unilever).

La forma de las botellas también es un factor que ayuda a su venta. La botella de vidrio verde en el que es envasada el agua mineral Source Perrier, tiene la forma de una botella de champage Jouet Perrier. 

En Europa, existen balnearios y hoteles de turismo situados en los manantiales, “sorgentes”, conocidos y visitados desde el tiempo de los romanos. Es decir, antes de la era actual. Estos manantiales preservados hasta el día de hoy reciben la visita de personas interesadas en una cura de agua, ‘wasserkur’, para sentirse aliviadas de varios malestares. Como dijimos, estos balnearios existen desde siglos y son frecuentados por turistas internacionales. 

Los más famosos en Europa son: Baden Baden en Alemania, Karlsbad, Marienbad y Francesbad en la República Checa, Sasso Magiore en Italia. En Budapest, Hungría, existen baños de aguas minerales y manantiales desde la época de la ocupación turca otomana del siglo XVII.

En México existen manantiales alimentados por los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl en la zona de Tehuacán. Hoy es parte de grupo Peñafiel.  

Recuerdo, cuando llegué a este país en 1946, únicamente había agua mineral de Tehuacán, y desde luego, había muchas marcas de refrescos como Coca-Cola, Orange Crush y Sidral.

El crecimiento de esta porción de la economía mexicana es impresionante. México es un país que está a la cabeza de otros en el consumo de refrescos y aguas de sabores. 

Ahora, gracias a los convenios de libre comercio con el resto del mundo, se pueden importar libremente, sin pago de derechos de importación, desde todos los países del mundo, agua embotellada.

Se pueden comprar en cualquier supermercado y desde luego, también en las grandes cadenas de tiendas de conveniencia como 7Eleven y OXXO. También se pueden comprar refrescos embotellados con los comerciantes ambulantes a la salida o entrada de la mayoría de las estaciones de Metro.

La industria del agua embotellada ha crecido constantemente en todo el mundo. Considero que estamos únicamente al inicio de este fenómeno. 

Coca-Cola está a la cabeza de las marcas preferidas en los países del planeta. Esta industria representa mucha mano de obra en los lugares en que se embotella. En Vevey, Suiza están instalados los laboratorios de investigación científica para mejorar constantemente la calidad del agua embotellada.  

Coca-Cola es la inspiradora de slogans, como: Eso que te mueve. Ofrece aguas de sabores embotelladas con cero calorías. Es el mayor productor a nivel mundial de bebidas y refrescos, acaba de lanzar al mercado Fuze Tea, cuyo slogan “Nos apasiona el té. Es un antioxidante natural.  

The Coca-Cola Company, Femsa en México, está activamente comprometida en crear nuevas marcas y propiciar oportunidades laborales. Acaba de adquirir Santa Clara, una marca de productos lácteos para participar en el mercado mexicano, y probablemente para exportar estos artículos a otros países.  

Durante los meses de enero y octubre de 2012, se produjeron en México más de once millones de litros de refrescos de cola. Esta cifra es solamente de la marca Coca-Cola, producidos en las plantas embotelladoras de Femsa en Monterrey, Nuevo León. 

Evian, parte del grupo Danone, juzgó necesario cambiar su etiqueta y se anuncia ahora como Agua natural de manantial, Natural water from de french Alps. En el mes de marzo de 2013, realizó una promoción, oferta en la que la botella de litro y medio de agua importada se vendía en México a $20.00 pesos mexicanos. 

Estoy convencido que el mercado para agua embotellada, en diferentes presentaciones, minerales o naturales en México y en el resto del mundo, solamente puede crecer. Franck Riboud, director de Bonafont, dice: “Crece la demanda y la sed de nuestros clientes potenciales aumenta.” En nuestro país, el consumo de este líquido ha aumentado 51.6 por ciento en cinco años. México también es líder en consumo de refrescos. 

En el planeta Tierra, todavía hay suficiente agua dulce en los manantiales, en las cimas de las montañas y en los glaciares. Si sigue aumentando el consumo, algún día habrá una escasez. 

En Israel, un buen porcentaje del agua dulce es obtenida por un proceso de desalinización. Eretz Israel importa agua dulce de Turquía, en aviones tanque, a pesar de sus diferencias políticas. 

El hombre necesita aproximadamente tres litros de agua al día para vivir y sanear su organismo. A futuro existe el peligro de que el líquido escasee, ya que el hombre es destructor del medio ambiente.  

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