El amigo imaginario de Jack 

Título: El  amigo imaginario de  Jack 
Categoría: Infantil B
Pseudónimo: Zeide  Mauricio

Hace muchos muchos años, había un niño que se llamaba Jack. Vivía en la Ciudad de México junto con sus papás. Su abuelo vivía en Argentina y  cada mes venía  a visitarlos.

Jack amaba a su abuelo y le gustaba mucho pasar todo el día junto con él cuando llegaba a México.

Su abuelo le enseñó a jugar ajedrez, a no engañar, a ayudar a las personas que lo necesitan, a ser amable con todos, y muchas otras cosas para ser una buena persona.

Pasó un mes desde su última visita y esta vez no llegó. Eso fue algo muy extraño para Jack. Así que le preguntó a su mamá por su abuelo.

-Mamá ¿Por qué no vino el abuelo?

Su mamá le respondió: -Porque se sentía mal y no puede viajar así. 

Jack pensó: -¿Tal vez estará enfermo?

Comenzaron las clases y Jack tuvo su primer día de escuela. Entraba a la primaria y estaba muy emocionado. Así que le dio un abrazo a su mamá y se despidió de ella.

-¡Adiós mamá!, le dijo Jack.

Cuando regresó a casa después de un largo día de escuela, muy contento comenzó a contarle a su mamá cómo le había ido. A pesar de que le gustaba mucho la escuela, seguía triste porque su abuelo no iba a visitarlos. No podía compartir ni contarle cómo era la escuela y todo lo que le había pasado, como normalmente lo hacía. 

Jack tenía muchas dudas y le preguntó a su mamá -¿Mamá: tú qué harías si extrañaras a alguien, pero no está contigo?

Y su mamá le respondió – Puedes pensar cosas padres que hayas hecho con esa persona.

Jack muy emocionado le dijo: -Tienes razón mamá, muchas gracias por tu consejo.

Y así fue que comenzó a recordar muchas cosas lindas que había vivido con su abuelo: las clases de ajedrez, de fútbol y sus hermosas palabras que siempre le decía y lo alentaba a ser mejor persona.

Ya era muy tarde y necesitaba ir a dormir porque al día siguiente tenía escuela. Se quedó dormido. De pronto, se escuchó una risa muy rara varias veces, de repente sonó la alarma para despertarse y se fue a la escuela.

Llegó de la escuela, comió, hizo su tarea y se fue a dormir porque estaba muy cansado. Antes de dormir, Jack comenzó a leer uno de los cuentos  que le leía su abuelo cada vez que iba a visitarlo.

Cuando se quedó dormido, nuevamente escuchó a alguien riéndose, la risa venía de abajo de su cama. Jack se asomó y vio a un niño. Pensó que se parecía  a su abuelo  cuando era pequeño. Su mamá le había enseñado fotos de cuando él tenía su edad.

De pronto, Jack recordó una canción que le cantaba su abuelo y empezó a tocarla con su guitarra acústica. El niño salió de debajo de la cama y le dijo a Jack:

-¡Qué linda canción!

En ese momento Jack se despertó y se dio cuenta que todo fue un lindo sueño.

Entonces se dio cuenta que cuando recordaba cosas de su abuelo, soñaba con el niño y así se volvió su mejor amigo imaginario.

Pasaron los días, hasta que un día su amigo  le dio una carta que decía:

Nieto mío:

 Sé que estás muy triste desde que no te visito.

Pero yo vivo en tú corazón y ahí voy a estar.

Te mando a este amigo para que sepas que estoy contigo y siempre te cuidaré.

Te quiere:  Tu abuelo.

Jack leyó la carta y comprendió porqué no había ido a visitarlo como lo hacía normalmente. Se despertó de su sueño y fue a la pared donde estaba la foto de su abuelo y le  dijo:

-¡Gracias abuelo, te extraño mucho!. El saber esto me tranquiliza. ¡Muchisimas gracias abuelo, eres el mejor, como mi mamá!

Así comprendió que algo estaba pasando y se preguntó: ¿Tal vez mi mamá me está ocultando algo? Fue con ella y en ese momento su mamá le contó lo sucedido: el abuelo había fallecido.

Así es como se dio cuenta que este amigo imaginario no era cualquier amigo, sino un ángel en forma de niño que le había mandado su abuelo para que no se sintiera solo.

Desde ese día, su amigo imaginario lo iba a visitar todos las noches en sus sueños, se contaban las cosas que les pasaba en el día.

Jack, se sentía muy feliz, pero faltaba algo, su amigo imaginario no tenía nombre. Decidió llamarlo Sandy.

Sandy y Jack fueron los mejores amigos para siempre.

Dedicatoria:

Este cuento está inspirado en mi Zeide Mauricio Z”L porque su partida me dolió mucho. Que su recuerdo siempre esté vivo en mi memoria.