Israel desarrolla en medio del desierto del Néguev el mayor complejo de

seguridad tecnológica del planeta.

En su dramática huida de la esclavitud en Egipto, el pueblo judío deambuló por el desierto de la mano de Moisés en busca de la Tierra Prometida. Muchísimo tiempo después, el desierto es la Tierra Prometida de la tecnología. No precisamente lo que anhelaba Moisés en el Sinai, pero sí sus descendientes, que han convertido Israel en una potencia mundial tecnológica.

Bienvenidos a CyberSpark, oasis de altas tecnologías en Beer Sheva, corazón deldesierto. Dos modernos edificios se levantan a la espera de otros diez para formar uno de los parques tecnológicos más peculiares. Bajo un sol abrasador, el enclave pretende ser la incubadora mundial de ciber seguridad.

A hora y media en coche desde Jerusalem o en tren desde Tel Aviv, estas periféricas tierras del sur israelí se reivindican. “Beer Sheva será no solo la ciber capital de Israel sino uno de los lugares más importantes de ciber seguridad”, promete el Primer Ministro Benjamin Netanyahu.

IBM, Deutsche Telekom y EMC participan en este proyecto, mitad público y mitad privado. “Queremos que cualquier gran empresa del mundo que tenga problemas de ciber seguridad nos busque para encontrar la solución. Queremos ser líderes en el mundo”, proclama Erel Margalit, fundador de JVP, el mayor inversor en ciber seguridad de Israel y experto en convertir la idea en innovación.

Las empresas extranjeras ya han invertido más de 500 billones de dólares en compañías cibernéticas locales. Gracias a más de 250 empresas dedicadas a este campo, la exportación ciber tecnológica alcanza los 3 500 millones de dólares. En Beer Sheva ya trabajan 1 200 empleados en seis startups de ciber tecnología, y se prevé que la cifra se doble.

Unidad militar

No se puede entender el milagro tecnológico en Israel sin la cantera de la Unidad 8 200 de la Inteligencia militar que capta comunicaciones y descifra códigos. De hecho, unos 35 mil soldados (incluidas las unidades de seguridad cibernética) serán trasladados a las inmediaciones del parque. También está involucrada la vecina Universidad Ben Gurion del Néguev, que desarrolla siete ciber programas.

“La ventaja del parque es que el trabajador tiene todas las opciones a su acceso en un radio de un kilómetro cuadrado. Puede ir a la universidad y preguntar a un profesor o acercarse a Deutsche Telekom y dialogar con un ingeniero”, afirma Shelley Sulman, directiva de esta iniciativa. Es el comienzo para uno de los países más ciber atacados en guerra invisible con Irán, donde los ordenadores sustituirán a las bombas.

Fuente: www.unidosxisrael.org

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