La rabanit Shterna Grunblat, esposa del director general de Jabad Lubavitch de
Argentina, el rabino Tzví Grunblatt, es además de madre una destacada educadora, responsable del área femenina de la escuela Oholey Jinuj. Con motivo de la próxima celebración de Pésaj, la Agencia Judía de Noticias (AJN) la entrevistó para que explique el rol de la mujer judía en referencia a la festividad y cuente algunas de sus vivencias desde el momento que llegó a la Argentina junto con su esposo como shlijim del Rebe.
¿Cuál es el rol de la mujer judía en Pésaj?
La mujer tiene un rol central en el judaísmo. El Talmud dice que gracias a las mujeres judías virtuosas en Egipto salieron nuestros antepasados de ese país, del exilio. Y muchos sabios de la generación anterior a la nuestra han dicho que gracias a las mujeres virtuosas de esta generación seremos redimidos de este último exilio y vendrá el Meshíaj.
¿Qué hizo la mujer para que salgan de Egipto?
Las mujeres eran conscientes del plan del Faraón, que a través de la esclavitud quiso exterminar de a poco al pueblo judío. Siendo esclavos no podían ser prolíferos y así hasta su extinción. Ellas tuvieron su propio plan para que eso no ocurriese, pues aunque en Egipto no tenían para comer, no tenían nada, ellas querían tener hijos pues sabían que de eso dependía la continuidad del pueblo.
En el Sefer Shemot (Libro de Éxodo) está muy claro, pero hoy ¿cuál es el rol?
Las mujeres tenemos que mirar la historia para saber cuál es nuestro rol en la actualidad. Hoy en día la sociedad está bastante enferma, la familia está muy debilitada con todo lo que está pasando en el mundo. Por diferentes motivos estamos en un Egipto peor que Egipto. Somos esclavos de una sociedad, de una cultura y nosotras como mujeres sabemos que la respuesta y la esperanza de la salud de la familia y de todo el pueblo judío, es mantener la familia intacta. Ese es el rol de la mujer judía todo el año. En Pésaj se acentúa porque si bien el hombre es el que hace el séder, el que responde las preguntas del chico, si no está la mamá que educa a ese chico trasmitiéndole judaísmo, ese chico no pregunta.
Para finalizar, le solicito un mensaje para la mujer judía con motivo de Pésaj
“Mi mensaje es que cada mujer vuelva a su rol de mujer judía, pues en la calle se motiva a la mujer a salir al mundo y es perfecto que trabaje y tenga su profesión, que haga cosas externas a la casa, pero con su mirada puesta en su familia, en su hogar, que eso es lo que va a quedar, porque es eterno, porque pasa de generación en generación todo lo que una puede trasmitir a sus hijos y a su familia. Las mujeres, las que tienen hijos grandes o que incluso no los tienen, deben sentir que son transmisoras, a su familia, a las amistades, a los vecinos. Las mujeres tenemos ese don de dar y trasmitir, y tenemos que utilizarlo para trasmitir el judaísmo. La mujer tiene un rol central en el judaísmo desde siempre.
El judaísmo se vive no solo en el templo, se tiene que vivir más en la casa. Un judaísmo de libros y de rezos que en la vida cotidiana no tiene nada que ver no es judaísmo. El judaísmo viviente es el hogar y es responsabilidad de la mujer. Es algo muy hermoso, hoy muchas mujeres se sienten vacías y podrían llenarse y estar plenas, sintiendo que lograron su cometido a través de aprender y enseñar. Todas tenemos que ser como velas para alumbrar.
Fuente: www.itongadol.com.ar