Título: El rayo que nos cambió la vida
Categoría: Infantil B / Cuento
Pseudónimo: Skwincle
Había una vez, tres niños que vivían en el mismo edificio, eran vecinos aunque ellos no lo sabían, Jacobo tenía 10 años, le encantaba jugar Nintendo especialmente fifa y se sentía el mejor jugador de fut, aunque en su vida había jugado fútbol de verdad.
Alberto tenía 9 años y no despegaba la vista del iPad y jugaba Brawn starts un videojuego en el que tienes que cazar gente y por eso se sentía el mejor cazador y ¡no le importaba matar gente! Pero por suerte en la vida real no le importaba matar a nadie. Elias tenía 11 años, él vivía para ver YouTube conocía todo de los YouTubers, por sólo contarles que él creía que eran sus mejores amigos. D-s se sentía muy triste porque veía que estos niños ya casi iban a ser adolescentes y no habían conocido buenos amigos, de esos que se hacen jugando, riendo, aprendiendo y pasando tiempo juntos, amigos de la vida real. Para ayudarlos ,D-s decidió hacer un plan…les mando un rayo con magia que descompuso todos los aparatos electrónicos que entretenían a los niños. Los niños se asustaron mucho y empezaron a hacer funcionar sus aparatos pero por más que intentaban no podían, parecía que los habían hechizado. Elias empezó a gritar ¡mr Beast! ¡Fede! ¡Brent Rivera! ¡Ayúdenme! Obviamente nadie de esos YouTubers lo escuchaban, pero Jacobo y Alberto sí y corrieron hasta el lugar de donde venían esos gritos. Así fue como se encontraron estos 3 vecinos, platicaron y se dieron cuenta de que todos tenían el mismo problema y decidieron hacer un plan juntos para rogarle a Dios que les devuelva el internet y haga funcionar sus aparatos. Hicieron bailes, concierto, obras y hasta jugaron un partido de fútbol dedicándole los goles a D-s. Cuando vieron todo eso decidió regresar les sus aparatos con un internet muy potente.
Se pusieron muy contentos los niños, se abrazaron y festejaron, pero la verdad ya no les importaba porque preferían jugar entre ellos.
¡A los YouTubers les bajaron sus views!
¡Y a los niños les subió la felicidad!