Muchos pasan ocho horas al día (o en muchos casos más) en una oficina, ganándose el pan de cada

día y relacionándose, aunque sea de forma superficial, con la gente con quien la comparte. En esta obra de Javier Rey de Sola, vemos lo que le sucede a la dinámica de una oficina en una aseguradora cuando hay un robo en la compañía, y cualquiera que se pasa los días dentro de la oficina es ahora un sospechoso. ¿Será el señor Espiridión (Moshe Rodríguez), el empleado más antiguo de la compañía? ¿Quizás el señor Tito (Danny Salinas), el empleado más reciente que es conocido por su adicción a las apuestas? ¿Será la señorita Camelia (Sarah Herrera), que tuvo un amorío con el jefe? ¿Podría ser la señorita Rosario (Denise Buchsbaum), una mujer que aparenta no tener vida social?, o ¿será posible que sea el mismo jefe de la compañía, el señor Bassols (Daniel Krumholz)? Solo hay un culpable, pero todos nuestros personajes han estado ocultando algo, y es posible que sus secretos sean más interesantes que el misterio que los trae a todos a este punto.

Lo que vi en escena

Un buen manejo de la atmósfera que todos conocemos como ‘la oficina’ (que para muchos es un lugar en el que tienen que estar), manejando silencios incómodos y relaciones entre sus personajes que son tan cordiales que llegan a la frialdad. El lenguaje en el texto es, en ciertas ocasiones, muy rebuscado, y eso llega a ser un reto para el elenco (decir que alguien ‘luce un mal aspecto’ en vez de decir que ‘se ve mal’) y tener escritorios en el centro del escenario complicaba la vista en algunas escenas, pero el elenco logra llevar a cabo la historia comprometiéndose al melodrama de la situación.

Todos los libros en los que se basarán las obras de esta categoría los pueden encontrar en la Biblioteca del Deportivo.

XXV Festival de Teatro Habima 

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version