Eli y Elisa. Los mejores amigos

Título: Eli y Elisa. Los mejores amigos
Categoría: Infantil A / Cuento
Pseudónimo: Elisa

Hola, soy Elisa y les contaré sobre mi viaje a Cancún hace algunos años.

Una vez, en época de verano, había viajado a Cancún para disfrutar de mis vacaciones, era un hotel muy grande que quedaba cerca del mar.

Mientras estaba sentada en la cama de mi cuarto, tuve una duda que me daba vueltas en la cabeza, ¿cómo sería ir al mar?

Ups, se me olvidó decirles que esa fue la primera vez que iba al mar y solo tenía 3 años, aunque era pequeña hablaba muy bien, pero como tenía mucho miedo, pensaba en cosas como tiburones que salían del mar y otras cosas raras. Con mucho cuidado me asomé a la ventana y vi que no había nada por qué temer.

Después de un rato se acercaron mis papás, me tomaron de la mano y fuimos caminando al mar, llevando una toalla, mi bloqueador y algunos juguetes para entretenerme.

Cuando llegué al mar, me senté y entendí que se sentía increíble jugar en la arena, pero como seguía con la idea de que salía el tiburón del mar, puse mucha atención. De repente, encontré un pez muy bonito color azul. Me fijé más en su cara para ver si era tiburón, pero vi dos cosas, uno, que no era tiburón y otro, que era un pez que se notaba muy triste.

Le pregunté su nombre y el pez me contestó: – a mí siempre, desde bebé, me han dicho por apodos. Yo no tengo un nombre de verdad – . Le contesté que yo le pondré un nombre y será… ¿Cuál será?… ¡Ya sé, Eli! OK contestó el pececito y me preguntó mi nombre y le respondí que Elisa.

– ¡Ah! Muy bien. Bueno Elisa, te voy a contar por qué estoy triste -.

Justo en ese momento las olas se hicieron poco a poco más grandes, también comenzó a anochecer y vino un viento muy fuerte.

Mi mamá no quería que estuvieran en la playa de noche, así que me llamó para ir a dormir. Me despedí de Eli y quedé de acuerdo con él para vernos en la mañana temprano.

Esa noche, estuve pensando mucho en Eli, por lo que fui a buscarlo temprano. Cuando nos vimos, Eli me contó que estaba triste porque lo molestaban sus amigos en el recreo. Le decían que era muy chiquito y que no era bueno en ningún deporte. En eso estábamos cuando vio mi cara de miedo y me preguntó la razón. Le contesté que tenía un poco de miedo al mar y entonces Eli me propuso un trato: – yo tengo unas monedas de oro, vas a ir a la tienda de buzos, vas a comprar el traje más chico que encuentres, te lo pones y vienes otra vez al mar conmigo, ¿trato hecho? – – Sí -, le respondí, – pero ¿para qué?- Y me dijo – ahorita vas a ver -. Y me fui a comprar mi traje de buzo.

Después de un rato, volví ya lista y Eli me dijo que me meta y que me va a explicar todo a cambio de hacer un trato: – Vamos a ir muy lejos, yo te enseñaré el mar, verás qué bonito es y no tendrás miedo, pero a cambio tú serás mi entrenadora de basquetbol, futbol y bailes, ¿trato hecho? – Le dije que sí.

Con ese trato, Eli mejoró en todos los deportes y yo conocí el mar, se me fueron los miedos. Fueron unas vacaciones increíbles que casi llegaban a su fin. Eli y yo nos pusimos tristes porque cuando se acabaran, ya no nos veríamos más. Entonces tuve una idea: – antes de que terminen las vacaciones te conseguiré una pecera y te llevaré a México, ahí te puedo entrenar y aparte mis papás me dijeron que compararemos una casa aquí, así que cada vacación, vendremos y podremos nadar juntos en el mar -. A Eli le gustó la idea. Así que lo hicimos tal y como quedamos.

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