El reconocimiento se otorga a quienes por sus trabajos
docentes de investigación o de divulgación, contribuyen a enriquecer el acervo cultural del país.
El martes 2 de diciembre, se realizó la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014, a quienes por sus producciones o trabajos docentes de investigación o divulgación hayan contribuido a enriquecer el acerco cultural del país o el progreso en la ciencia, de la tecnología, de la innovación, del arte o de la filosofía.
En el campo Lingüística y Literatura serán galardonados: María de los Dolores Castro Varela y Eraclio Zepeda Ramos; en Bellas Artes, Arnaldo José Coen Avila; Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, Néstor Raúl García Canclini y Enrique Semo Calev.
En Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales los galardonados son: Carlos Federico Arias Ortiz y Mauricio Hernández Avila; en Tecnología, Innovación y Diseño, José Mauricio López Romero; en Artes y Tradiciones Populares, Carlomagno Pedro Martínez y Alberto Vargas Castellano.
En el evento José Narro Robles dirigió un mensaje a los galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes y señaló que no se puede aceptar un “país amedrentado y sumido en el terror, el odio y la venganza”. El rector además pidió enfrentar la polarización y así consolidar un “verdadero estado de derecho”, muy necesario para por fin desterrar la impunidad y la corrupción. Antes de esto aseguró –muy correctamente- que México está de luto, por ello necesita un cambio de fondo.
En el mismo evento, el historiador galardonado, Enrique Semo Calev, no fue tan políticamente correcto como Narro y pidió a Enrique Peña Nieto “hechos, no discursos”, esto en referencia al decálogo que el ejecutivo ofreció como respuesta a la crisis que actualmente atraviesa el país, resultado de años de gobiernos corruptos e indiferentes y desatada por hechos como el de los 43 normalistas de Ayotzinapa… que simplemente sirvió para hacer mostrar el “nivel de indignación que hay en el pueblo, a todo lo ancho y largo del país”.
El Dr. Semo ha contribuido en forma decisiva al impulso de la Historia Económica como disciplina académica en el país. Antes de los años setenta se produjeron algunas obras importantes en este campo, pero se trataba de esfuerzos aislados y esporádicos. No fue sino a partir de esa década cuando el número de investigadores en esta disciplina se multiplicó, la materia entró a formar parte de los planes de estudio de muchas facultades y se comenzaron a escribir numerosas tesis y libros sobre ese tema.
Enrique Semo fue uno de los principales artífices de ese proceso. Sus obras, sus aportaciones en la formación de investigadores y su contribución a la fundación y consolidación de instituciones afines fueron decisivas. Asimismo, ha construido un enfoque de la historia económica que fue desarrollando con los años y cuya tesis fundamental es que las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales forman parte de un todo inseparable, y que la historia económica no es sino la historia humana en su totalidad observada desde una problemática particular: la forma como las sociedades se organizan para producir, distribuir y consumir los bienes y servicios que necesitan. El punto de partida de su pensamiento no es el individuo y sus preferencias, sino la sociedad.
Fuente: www.sopitas.com