Los gimnastas Elías Romano y Jonathan Bronsoiler siguen preparándose arduamente para asistir a la Macabiada en Israel 2017.

Por eso, están bien comprometidos con sus entrenamientos, día tras día superándose y esforzándose al máximo para sacar todos los elementos que componen sus rutinas, ya que tienen que cumplir con un código internacional.

Estos dos chicos llevan practicando la Gimnasia Artística desde muy niños, y han representado al CDI por años hasta el nivel Nacional con excelentes resultados, por lo que su máximo en este deporte para ellos es llegar a la Macabiada, y disfrutar de su competencia.

Jonathan Bronsoiler

Yo entré a la Gimnasia Artística Varonil a los 5 años de edad aproximadamente. Desde que entré me llamó mucho la atención este deporte, ya que hacía cosas que los otros niños no.

Comencé en grupos de varios niños, y nos ponían muchos ejercicios que debíamos realizar. A la par con este deporte practicaba Karate, Fútbol y Natación.
Al paso de los años, y de una competencia se acercaron conmigo y me dijeron si quería pertenecer al equipo del CDI. Acepté y comencé a dedicarle al deporte un poco más de tiempo.

Al paso de los años comencé a asistir a competencias junto con mis compañeros que se convirtieron en mis mejores amigos. Y empecé a vivir experiencias nuevas que me empezaron a gustar.

Cada vez la gimnasia exigía más de mi tiempo, por lo que tuve que empezar a asistir diariamente, primero dos y luego tres horas.

A la par practicaba Karate, deporte en el cual llegué a Cinta Negra y estuve con ella un año más. Pero la Gimnasia necesitaba más de mi tiempo y dedicación, ya que es un deporte de práctica diaria, y si dejas de hacerlo pierdes muchas habilidades.

Mi cuerpo comenzó a cambiar, mi abdomen comenzó a marcarse y mis brazos comenzaron a tomar forma. Todos mis amigos se sorprendían al verme, y me decían que estaba muy fuerte y eso me gustó, y le empecé con más pasión. Los entrenadores que he tenido han formado una parte muy importante de mi vida comenzando con Onorio y terminando con Edgar. Ellos crearon en mí a un hombre responsable y a un ser que le apasiona el deporte.

Aunque las competencias no son lo que más me gusta de este deporte, es una parte esencial en él. Tienes que competir para mejorar contigo mismo y tener metas de superación.

No es un deporte fácil, es un deporte de mucha dedicación y mucha concentración, ya que es de alto riesgo. Si te distraes puedes tener fuertes lesiones.

Pero como mencioné, este es un deporte único, no todo mundo puede realizar los ejercicios de un gimnasta, pero un gimnasta sí puede realizar los ejercicios que exigen otros deportes. Por mencionar algunos: fútbol, carreras, natación, etcétera.

Por esto me gusta mucho la gimnasia, ya que te hace ser diferente y te abre camino para en el futuro poder realizar cualquier otra cosa. Te hace ser ágil, concentrado, tenaz y con muchas ganas de superarte.

Es una disciplina difícil y que exige mucha dedicación.

Hoy en día como decidí estudiar un año fuera de México y estaba comprometido con la próxima Macabiada, tuve que comenzar a tomar clases en Estados Unidos en un gimnasio fuera del colegio al que asisto, ya que por razones obvias no practican este deporte, ya que es especial y único.

En México practicaba cinco veces a la semana de tres a cuatro horas, y aquí practico tres veces a la semana tres horas y sábados cuatro. Ha sido una muy buena experiencia entrenar fuera, ya que he conocido otra forma de practicar mi deporte. Practico en un gimnasio llamado Flip Force. Es un gimnasio de alto rendimiento. Y entreno con un grupo de niños de 12 a 16 años. Son niños sumamente dedicados y con un propósito en mente, y una meta que es obtener una beca estudiantil. Son niños muy buenos en lo que hacen y se exigen mucho de sí mismos. Los niños de mi edad aquí son nivel 10 y yo busco estar en nivel 8. La verdad es que me imponen. Aunque no tengo aún su nivel competitivo siento que he aprendido mucho aquí. El entrenamiento es duro, y he tenido muchas lesiones y lastimadas, pero he logrado sacar elementos nuevos.
Los entrenadores también son dedicados, pero lo que les interesa es ganar, no tanto hacer un grupo con sus alumnos. Ellos tienen un objetivo, el cual cumplen y no se distraen en otras cosas. Eso sí me cuesta un poco de trabajo porque estoy acostumbrado a trabajar en equipo, a lograr algo y que mi entrenador se emocione junto conmigo, a que mis amigos me aplaudan y disfrutemos nuestros éxitos y fracasos. Y aquí eso no existe, aquí le tiran a ganar, a tener medallas, a conseguir su beca y no a tener una relación con los demás compañeros. Sí son cordiales y me caen bien, y hablamos muy de repente, ya que ellos en el entrenamiento no platican. Pero hecho mucho de menos ese toque caluroso de México, esa relación personal con mi entrenador y con mis compañeros.

Estados Unidos tiene un nivel muy alto en la gimnasia y no es fácil entrenar ahí, ya que te exigen mucho en poco tiempo, pero a la vez eso me hace tener más expectativas de que puedo lograrlo, y aunque muchas veces fracasas en el intento, con dedicación lo logras.

Siento que estoy aprendiendo nuevas técnicas aunque me está costando mucho trabajo, ya que son dificultades altas y de mucho riesgo.

Extraño a mi equipo en México y a mi entrenador, pero he aprendido a respetar a los que tengo actualmente y me caen muy bien, uno es afroamericano (Chris) y otro colombiano (Edwin) por lo que puedo de repente hacerle comentarios en Español.

Aunque entreno menos días que en México, voy a tratar de aprender lo más que pueda e intentar lograr nuevos elementos para ir más preparado a la Macabiada.

Elías Romano

Las hay de todo tipo, dolorosas e indoloras, en los dedos y en las palmas, húmedas y secas, grandes y pequeñas, las que sangran y las que no. Lo curioso es que, con cada nueva ampolla, se hace más difícil que vuelvan a salir otra vez, y año tras año de entrenamiento se han hecho menos frecuentes. ¡Después de ocho años de forjar las manos! Solo queda decir que espero con ansias la competencia más grande e importante de mi vida como gimnasta, con Edgar a mi lado, con brazos abiertos y el uniforme puesto, con espíritu deportivo y excitación a por lo que nos deparan las Macabiadas 2017, emocionado por saltar y dar piruetas y, por supuesto, sangrar un poco las manos.

XX Macabiada Israel 2017

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