Uno de los deseos más nobles que podemos expresar, antes y durante Yom Kipur (El día del perdón), es Gmar Jatimá

Tová. Su traducción literal es “que tengamos un buen sellado final” y su significado es “el deseo de que seamos inscritos en el Libro de la Vida”. 

¿Qué representa esto?

Que D-os renueve por un año más nuestra posibilidad de estar vivos, basándose en nuestras acciones.

Es cierto que si bien D-os creó al hombre a su imagen y semejanza… no nos hizo perfectos. Por eso, Hashem nos brinda la posibilidad de reconocer nuestros errores, asumirlos, aprender de ellos, pedir perdón y poder perdonar.

Tal como ayunaron nuestros antepasados al pie del Monte Sinai, cuando Hashem fue misericordioso y les dio una nueva oportunidad luego de que construyeran un becerro de oro al que adorar, cada Yom Kipur, en muestra de arrepentimiento, reflexionamos, nos arrepentimos, nos disculpamos y nos comprometemos a un nuevo año de tzedaká (caridad) y buenas acciones.

Justamente hacemos teshuvá, que literalmente significa retorno, es el momento de una profunda introspección, de un sinceramiento total. Aquel al que D-os le renueva su confianza se lo conoce como vaal tefilá, ya que considera que retornó a su camino con judío. Tuvo finalmente Jatimá Tová, un buen sellado.

D-os es quien nos juzga, con quien repautamos mediante nuestro compromiso y disculpas un nuevo año de vida. El desearnos Gmar Jatimá Tová entre los afectos y la comunidad, debe ser no solo una frase sino que surja desde lo más profundo de nosotros, al igual que el perdonar a los demás y aceptar su pedido de disculpas.

Hashem evalúa todas nuestras acciones, no solo durante Yom Kipur, cada día del año en que renovó su confianza en nosotros.

¡Gmar Jatimá Tová!

Fuente: www.delacole.com

Yom Kipur 2017

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