Cada vez son más las voces que expresan que los tests rápidos para coronavirus
podrían ser la clave para abrir la economía y dar impulso a una nueva realidad. El Primer Ministro de Israel
Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, declararon que consideran este método, el cual permite testear de manera rutinaria grandes poblaciones, como una llave para abrir la economía, el sistema educativo e incluso el turismo.
Sobre el proceso nacional de equipamiento de tests rápidos se encarga el Ministerio de Salud liderado por Yuli Edelstein, titular de esa cartera.
En diálogo con el Canal 12 de Israel, un funcionario de sanidad dio a conocer la hoja de ruta para introducir los testeos rápidos en la vida de los israelíes.
Por el momento Israel centra sus esfuerzos en tests rápidos denominados Sofia de la compañía Quidel Corporation de bandera estadounidense.
Estos dispositivos realizan una prueba de antígeno, es decir un test que detecta proteínas estructurales del virus y no sus segmentos ARN (material genético) como en las de tipo PCR, que son pruebas de laboratorio que nos acompañan desde el inicio de la pandemia.
En unos quince minutos se obtiene el resultado desde el dispositivo Sofia, en contraposición a los tests PCR en los que una persona puede esperar incluso días para saber si es positivo o negativo en coronavirus.
En Israel ya llegaron unos cien mil kits de pruebas rápidas y 200 dispositivos Sofia. El Ministerio de Salud aun no distribuyó los mismos.
Hasta ayer se repartieron 17 dispositivos en hospitales, 32 en clínicas de obras sociales, 53 en residencias de ancianos (geriátricos) y 10 en las fuerzas de seguridad.
“Ya pedimos otros cien dispositivos y cien mil kits de prueba”, describió la fuente del Ministerio de Salud, “Estamos en proceso de aprobación del presupuesto para solicitar más de 400 mil kits de prueba”.
Pero no todo es color de rosa en este tema y es que la Organización de Trabajadores de Laboratorios sostienen que la precisión de los resultados en pacientes sintomáticos es de 84 por ciento solamente, pero contrariamente, el Ministerio de Salud define las respuestas positivas como muy precisas. Aunque desde la obra social Clalit indicaron que la misma es solo apropiada en caso de alta sospecha de presencia del virus.
El riesgo de falsos negativos, sin embargo, es más alto que en los tests PCR tradicionales. “Un resultado negativo no descarta necesariamente una infección”, advierte la estadounidense FDA (Food and Drug Administration). Por su parte Quidel asegura que es fiable en el 85 por ciento de los casos.
Fuente: agenciaajn