Título: La ciudad de los espejos rotos
Categoría: Preparatoria/ Cuento
Pseudónimo: Luz
En un pequeño lugar olvidado del mundo, se encontraba una ciudad envuelta en misterio e ilusión: la Ciudad de los Espejos Rotos. Sus calles estaban adornadas con espejos rotos que reflejaban imágenes distorsionadas y fragmentadas de la realidad. Los habitantes de esta mística ciudad estaban acostumbrados a ver versiones deformadas de sí mismos y de su alrededor, pero la distorsión era una forma de vida que aceptaban sin ninguna duda.
Un día, una niña llamada Clara llegó a la ciudad. Clara era una niña muy curiosa y con ganas de descubrir diferentes cosas. Su curiosidad la llevó a explorar los rincones más oscuros y olvidados de la ciudad, decidida a descubrir el secreto detrás de las imágenes distorsionadas que llenaban su mundo.
Después de varios días caminando, Clara se encontró con una gran tienda de antigüedades. La tienda estaba llena de polvo y telarañas, pero en el centro, sobre una mesa dorada, había un espejo intacto, sin una sola grieta. Clara se acercó con intriga y al mirarse en él, vio su reflejo tal como era, sin las deformaciones a las que se había acostumbrado.
Mientras Clara observaba el espejo, se dio cuenta de que no solo reflejaba su apariencia física, sino también su carácter. La verdad del espejo mostraba no solo quién era, sino quién podía llegar a ser si seguía su corazón y sus sueños.
Pero el espejo también tenía un poder especial al mirarlo. Clara podía ver a los demás habitantes de la ciudad tal como eran verdaderamente. Descubrió que cada uno de ellos había sido marcado por una profunda tristeza o un anhelo no resuelto, que se reflejaba en la distorsión de los espejos rotos que los rodeaban. La distorsión era una forma de ocultar el dolor y la confusión que sentían.
Clara, movida por la compasión y el deseo de ayudar, decidió compartir el poder del espejo con los demás. Se convirtió en una guía, ayudando a los habitantes de esta extraña ciudad a enfrentar sus miedos y a sanar sus corazones. Poco a poco, la ciudad empezó a cambiar. Los espejos rotos comenzaron a restaurarse, mostrando reflejos más claros y verdaderos.
La transformación no fue instantánea, pero con el tiempo, la Ciudad de los Espejos Rotos se convirtió en un lugar donde la verdad y la autenticidad florecieron. Clara, con el espejo a su lado, descubrió que no solo había encontrado una ciudad de espejos, sino también un hogar en el que su arte y su corazón podían brillar verdaderamente.
Y así, la ciudad aprendió que a veces, para ver la verdad, uno debe enfrentarse a las distorsiones y los espejos rotos que reflejan los miedos y las esperanzas más profundas. Clara nunca dejó de explorar, pero en su corazón, siempre llevaba la claridad y la verdad que había encontrado en el espejo de la enorme tienda de antigüedades.