Título: La espía Dina
Categoría: Infantil A Cuento
Pseudónimo: Princesa

En una galaxia llamada Zoo, había cinco planetas especiales donde habitaban diferentes   animales. Estaba el Planeta Felino, donde vivían tigres, pumas y leones; el Planeta de Simios, donde conviven changos y gorilas; el Planeta de Roedores, lleno de conejos y ratones, el Planeta Dog, lugar de las diferentes razas de perros, y por último, el Planeta Oso, donde viven diferentes osos. 

Los habitantes de cada planeta podían viajar de un planeta a otro, pero solo si tenían una tarjeta intergaláctica. Esa tarjeta era muy especial y solo la tenían los presidentes de cada planeta. Sin ella, no se podía abrir el portal para viajar entre los planetas.

Un día el presidente del Planeta Roedores, un ratón muy simpático y distraído, salió a caminar al parque. Mientras disfrutaba del paisaje, chocó con una espía llamada Dina, que acababa de terminar la investigación de un caso. Ambos se disculparon y el presidente siguió su caminata sin darse cuenta de que algo muy importante se le había caído.  Mientras que Dina se quedó observando el piso vio que había una tarjeta en el piso, ¡La tarjeta intergaláctica del presidente ratón!, la observó y notó que tenía un botón en el centro y sin pensarlo lo apretó. 

En ese instante, se abrió un portal frente a ella, y sin poder hacer nada, Dina fue absorbida. giró y giró hasta que cayó de espaldas en un lugar extraño. Cuando se levantó, notó que estaba en un lugar diferente al de su planeta. Las cosas eran enormes y las huellas en el suelo no se parecían en nada a las de su planeta, el aire olía tan raro, como a ropa mojada. 

De la nada un tigre se acercó lentamente. Dina se asustó, pero no se movió, El tigre la vio con sus ojos brillantes, después de un momento, se presentaron. El tigre de nombre Taba era un detective, Dina, aliviada le contó cómo había llegado hasta ahí. 

Ambos empezaron a hacer preguntas, pero la más importante era ¿Cómo era posible viajar de planeta en planeta?  y llegaron a la conclusión que debía ser por las tarjetas que tenían los presidentes, así que juntos comenzaron a investigar lo que había pasado. 

Mientras caminaban por Planeta Felino, decidieron repasar los hechos: Dina encontró la tarjeta en el parque, apretó el botón del centro y después llegó a Planeta Felino, pero ¿por qué los demás no podían viajar libremente entre planeta y planeta? ¿Qué tenía de especial la tarjeta? 

Mientras seguían hablando Dina recordó que la tarjeta tenía algo especial en una de sus esquinas, una clave dorada, además Taba también recordó que había una leyenda sobre una tarjeta que permitía viajar entre los planetas con toda libertad.

Dina y Taba siguieron pista tras pista hasta llegar a una cueva, ahí notaron que había una pintura en la pared, lo fantástico es que contaba la historia de una tarjeta mágica, creado por los primeros habitantes de la galaxia Zoo, que dejaba viajar a quien la tuviera, siempre y cuando fuera un gran aventurero. 

Mientras continuaban revisando la tarjeta se abrió frente de nuevo un portal, pero esta vez absorbió a Taba, Dina no pudo hacer nada, el portal desapareció muy rápido. Dina se quedó sola en el Planeta Felino y con un nuevo misterio que resolver.

Esta historia continuará…