Título: Las flores encantadas
Categoría: Infantil A / Cuento
Pseudónimo: Estrella
Había una vez una niña que se llamaba Valeria, ella vivía en el campo, tenía un hermoso y gran huerto, lo cuidaba todos los días: lo regaba y le daba mucho cariño a todas sus plantas, tenía girasoles, lavandas que olían muy rico, también había hortensias y rosas de distintos colores, era muy bonito y con un olor increíble.
Una mañana Valeria fue a visitar su huerto y encontró a una de sus flores favoritas, el girasol, todo seco y sin vida, por lo que Valeria se puso muy triste y decidió arrancar y tirarla al bote de basura, pensó que no iba a volver a florecer.
Al día siguiente, como estaba muy triste se regresó caminando de la escuela y se encontró con un lago, tenía muchos colores en el agua y muchas mariposas volaban encima de él, y eran verdes, azules rosa y moradas, le pareció que era un lago encantado.
Valeria llenó su termo con agua del lago y con ese agua empezó a regar sus plantas y flores.
Pasó por el bote de basura donde estaba su girasol sin vida y le echó las últimas gotitas de agua del termo.
Esa noche Valeria tuvo un hermoso sueño. Soñó que todas las flores de su huerto estaban de fiesta haciendo un carnaval, todas bailaban y cantaban la canción favorita de Valeria.
A la mañana siguiente Valeria se levantó muy rápido y se fue corriendo a su huerto para ver si había sido un sueño o no.
Se dio cuenta que todo lo que soñó estaba pasando, todas sus flores tenían unos colores muy brillantes. estaban cantando y bailando por todo el huerto. Eso puso a Valeria muy feliz; decidió acompañar a todas sus flores a bailar, cantar y a reírse juntas.
De pronto aparecieron unos destellos muy brillantes en el bote de basura, era el girasol favorito de Valeria, había recobrado su vida y estaba más fuerte y hermoso que antes, le crecieron unas hermosas y largas raíces que le ayudaron a regresar al huerto y colocarse en su lugar favorito junto a toda su familia y amigas.
Todas las flores estaban muy emocionadas de que el girasol había vuelto.
Al terminar el día en lo único que pudo pensar fue en el mágico día que vivió junto a sus flores, gracias al agua del lago encantado.
A partir de ese día, todas las noches cuando Valeria se iba a dormir las flores hacían un gran baile: “EL BAILE DE LAS FLORES ENCANTADAS”.
FIN