A pesar de la legislación para grabar con nuevos impuestos a los refrescos, por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para reducir el consumo de lo que el gobierno considera ser el mayor causante de obesidad en la población, la venta de estos productos, concretamente de bebidas azucaradas, ha aumentado.
Esto fue reportado y publicado por una agencia de medición, cuya sede es la ciudad de Atlanta en los Estados Unidos. Es decir que el mercado presentó síntomas totalmente opuestos a lo programado.
¿Cómo sucedió esto? La Coca-Cola puso en marcha una serie de mejoras, en el diseño de envases de sus productos, para evitar una caída en las ventas y obtener un crecimiento de las mismas. También hizo más publicidad para la Copa Mundial FIFA de Fútbol a realizarse en Brasil.
En el mercado de la capital, comenzó a comercializar la marca Yoli, un refresco de limón que hasta hace poco solo estaba disponible en el Estado de Guerrero. Para el lanzamiento de este producto en la capital, Coca-Cola escogió la botella de 600 ml que es la más vendida.
Coca-Cola también compró la marca Santa Clara, fabricante de lácteos, donde también desea tener una presencia. Todos sus productos son además KMD, Kosher Maguén David. Esto será la entrada de Coca-Cola al mercado de los lácteos.
Su marca de té Fuze Tea, ha logrado aumentar su participación de mercado significativamente. (Autora Eréndira Espinoza, Periódico Excélsior).
Por otro lado, la marca Peñafiel, inicialmente comprada por Cadbury Schweppes, ahora propiedad de la multinacional Unilever, cambió sus etiquetas de papel, por etiquetas metalizadas. También ha agregado sabores a su oferta de refrescos. Ha presentado en el mercado una botella de 2 litros de capacidad de agua mineral con jugo de fruta. Como el nuevo impuesto es de $1 por litro, este recargo desaparece fácilmente en el atractivo precio final de la botella. También han aparecido en el mercado paletas heladas de agua con sabores de fruta, como la marca Solero, producida por Helados Holanda. Con esto vemos que constantemente aparecen nuevos refrescos, y en este caso, paletas heladas de agua tipo sorbete.
Mi opinión es que el mercado de refrescos en México únicamente puede crecer, a pesar de los impuestos adicionales que han sido recientemente aumentados. El gobierno no debe regular una industria dominada desde sus inicios por la iniciativa privada.