Noa y el piano mágico

Título: Noa y el piano mágico
Categoría: Infantil B / Cuento
Pseudónimo: Alice.

Había una vez una niña que se llamaba Noa y que vivía en Israel en la zona de Sderot, en un kibutz llamado Nir Oz. Noa vivía en su casa con sus papás Eduardo y Loren, sus tres hermanos Abraham, David y Joseph y su perro Firulais.

A Noa le encantaba pasear por el kibutz con sus amigas, ir a la escuela y sobre todo, la música; esta última era su gran pasión. Le fascinaba tocar el piano, tanto, que después de rogarle más de un año a sus papás, por fin le habían regalado uno de su cumpleaños de 10 años.

Cada tarde corría a su cuarto emocionada y se pasaba horas tocándolo e inventando nuevas canciones. Siempre había sido una niña risueña, alegre y feliz, pero todo cambió el 7 de octubre, cuando unos terroristas entraron a su país y empezaron una guerra.

Ese día muy temprano en la mañana sonó una alarma. Ella sabía que cada vez que sonaba se tenía que meter al miklat (refugio anti-bombas); ya que ella vivía muy cerca de Gaza, estaba acostumbrada a hacerlo. Sabía que tenía que correr en menos de 10 segundos para evitar el peligro, pero esta vez fue diferente.

Cuando entró, sintió mucho miedo. Escuchaba misiles, gritos y disparos. Estaba a punto de llorar cuando se dio cuenta que sus tres hermanos pequeños estaban con ella sin sus papás y sentía que era su responsabilidad mantenerlos tranquilos y seguros; tenía que encontrar la manera de distraerlos y hacerlos sentir seguros.

De repente, se dio media vuelta y encontró un piano. No entendía cómo podía estar allí, si el único piano de su casa estaba en su cuarto, pero en vez de seguir preguntándoselo, se dio cuenta que eso era exactamente lo que necesitaba.

Se acercó un poco más y tocó la primera nota: sonaba fascinante. Sus dedos se movían más veloces que nunca, sin que ella los controlara. Parecía que el piano se quería comunicar con ella y era él el que estaba inventando la canción.

Noa pensó: ¿Estaré soñando? ¿Cómo puede ser que el piano esté inventando esta canción? De repente una voz preciosa y afinada empezó a acompañar las notas del piano.

Cuando los niños empezaron a escucharla se sintieron más tranquilos. Ella les dijo que inhalaran y exhalaran lentamente, les recordó las cosas hermosas que había en el mundo y los hizo sentir mejor. Los niños se quedaron dormidos arrullados por el piano y muchas horas después fueron despertados por soldados de Israel que habían llegado a rescatarlos.

Lo primero que quisieron hacer fue agradecerle al piano, pero este se había esfumado. En donde había estado, sólo quedaba una pequeña nota que decía: Niños, en estos tiempos tan complicados y difíciles, la música y la buena actitud son lo que nos puede mantener a salvo. Hoy estuve con ustedes tranquilizándolos, pero tuve que irme para poder acompañar a otros que me necesitan. Tomen mi ejemplo y usen la música para poder dar esperanza a otros que la necesiten.

Noa y sus hermanos así lo hicieron y alegraron y transmitieron este mensaje de fe y esperanza a todo el pueblo de Israel y a toda la gente que lo necesitaba.

FIN

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