Te seguimos platicando acerca del libro De animales a
dioses, de Yuval Harari, quien se pregunta: “¿Cuál es la relación entre la Historia y la Biología? ¿Cuál es la diferencia esencial entre el homo sapiens y otros animales? ¿Existió la justicia en la historia? ¿Lleva la historia algún rumbo? ¿Era la gente más feliz a medida que se desarrollaba la historia?” Te compartimos esta Segunda parte de la semblanza para que conozcas un poco más de él.
Dinero y política
¿Por qué el dinero es lo único en lo que todos confiamos?
Confiar en el mundo
El homo sapiens evolucionó para dividir a la gente en el pensamiento entre nosotros y ellos. “Nosotros” era el grupo más cercano alrededor de uno mismo, fuera quien fuera, y “ellos” era el resto. De hecho, ningún animal social se guía por los intereses de las especies enteras a las que pertenece. A ningún chimpancé le preocupan los intereses de las especies de chimpancés, ni ningún caracol levantaría un tentáculo por la comunidad internacional de caracoles, ni ningún león macho alfa presentará una oferta para convertirse en el rey de todos los leones, ni a la entrada de ninguna colmena encontraremos nunca el eslogan: “abejas trabajadoras del mundo, ¡unámonos!”
Pero a lo largo de los últimos milenios, el homo sapiens ha ido ganando cada vez más excepcionalidad en lo que a esto respecta. Las personas comenzaron a cooperar de un modo habitual con auténticos extraños, a los que imaginaban como “hermanos” o “amigos”. Hoy en día, toda la humanidad se ha convertido en una única red de cooperación. Aunque incluso hoy en día no todo el mundo cree en el mismo dios ni obedece al mismo gobierno, todos quieren usar el mismo dinero. A Osama bin-Laden, pese a todo su odio hacia la cultura, la religión y la política estadounidense, le encantaban los dólares estadounidenses. ¿Cómo pudo el dinero conseguir lo que no lograron ni dioses ni reyes?
Futuro
¿Han sobrepasado los humanos su fecha de caducidad?
Actualizar el mundo
Cuando pensamos en el futuro, por lo general pensamos en un mundo donde la gente que es idéntica a nosotros en todos los aspectos importantes, disfruta de las mejores tecnologías (pistolas láser, robots inteligentes y naves espaciales que viajan a la velocidad de la luz). Es más, el potencial revolucionario de las tecnologías futuras cambiará al propio homo sapiens, especialmente nuestros cuerpos y mentes, y no simplemente nuestros vehículos y armas. Lo más impresionante acerca del futuro no serán las naves espaciales, sino los seres que las piloteen.
Los seres humanos evolucionarán a dioses. Esto es, los seres humanos adquirirán aptitudes consideradas divinas en el pasado, como la eterna juventud, la lectura de la mente y la capacidad de crear vida.
Los físicos definen el Big Bang como una singularidad. Es un punto en el que todas las leyes de la naturaleza conocidas no funcionaron. El tiempo tampoco existía. Por tanto, no tiene sentido decir que “antes” del Big Bang no existió nada. Es probable que nos estemos acercando a pasos forzados a una singularidad, donde todos los conceptos que dotan de significado a nuestro mundo (yo, tú, hombres, mujeres, amor y odio) pasarán a ser irrelevantes. Todo lo que suceda más allá de ese punto carecerá de sentido para nosotros.
Felicidad
¿El progreso nos ha hecho más felices?
¿Qué sentido tiene?
Tenemos mucho más poder que nuestros ancestros, ¿pero somos mucho más felices? No lo parece. En comparación con lo que la mayoría de personas soñaron en la historia, es probable que vivamos en un paraíso; pero por algún motivo, no nos sentimos parte de él. Una explicación, es que la felicidad no depende tanto de las condiciones objetivas como de nuestras propias expectativas. No obstante, las expectativas tienden a adaptarse a las condiciones. Cuando las cosas mejoran, las expectativas se inflan como un globo, y en consecuencia hasta mejoras abismales en nuestras condiciones pueden dejarnos igual de insatisfechos que como estábamos.
Una segunda explicación, es que tanto nuestras expectativas como nuestra felicidad vienen determinadas por nuestro sistema bioquímico interno, y nuestro sistema bioquímico no está realmente interesado en la felicidad. La evolución lo creó para incrementar nuestras probabilidades de supervivencia y reproducción, y la evolución se ha asegurado de que independientemente de lo que consigamos, continuemos insatisfechos, siempre con ansias de más.
Una tercera explicación, es que los seres humanos simplemente no comprendemos lo que es la felicidad. Somos como un conductor en un coche que pisa el acelerador con todas sus fuerzas, pero no ha metido ninguna marcha. No cabe duda, que estamos haciendo mucho ruido e invirtiendo mucha energía, pero en realidad no nos movemos a ninguna parte.
Grandes presentadores
Te esperamos a la presentación del libro De animales a dioses, este domingo 25 de enero de 2015, a las 12:30 horas, en el Auditorio Marcos y Adina Katz del CDI. Contaremos con las intervenciones de Pepe Gordon y de Federico Reyes-Heroles González-Garza.
DATOS
Este domingo 25 de enero, te esperamos en el Auditorio Marcos y Adina Katz, a las 12:30 horas.