La startup israelí Guardian
Optical Technologies desarrolló un sensor de automóvil que asegura que es capaz de salvar la vida de los bebés que accidentalmente quedan en los autos al detectar el latido cardíaco más pequeño.
En los Estados Unidos, un niño muere de un golpe de calor dentro del vehículo cada diez días, a menudo porque un padre olvida que hay un niño en el asiento de atrás. “Tragedias como estas son evitables. Guardian se dedica a proteger a los conductores y pasajeros, por lo que los incidentes en que bebés y niños quedan en autos calientes son un área particularmente delicada para nosotros”, señaló el cofundador y CEO Gil Dotan.
El sensor de la empresa utiliza el análisis de movimiento óptico para detectar el menor movimiento dentro del automóvil, incluido el latido cardíaco de un bebé. Cuando detecta movimiento, puede notificar a un conductor que ya dejó el automóvil y encender automáticamente el aire acondicionado.
“Sabíamos que estábamos trabajando en algo porque nuestra tecnología resolvió un problema importante que las tecnologías visuales existentes por sí solas no podían abordar. Si una cámara no pudiera verlo, no podría detectarlo”, explicó Dotan.
El sensor pendiente de patente combina el reconocimiento de imágenes de video bidimensionales con mapeo de profundidad 3D y análisis de movimiento óptico.
Productos competidores, como el de Vayyar, con sede en Israel, que desarrolló un sensor que usa ondas de radio para monitorear el interior de los automóviles, no proporciona mediciones tan precisas como las de Guardian, que hasta es capaz de reconocer caras.
“Actualmente, los fabricantes utilizan diferentes tipos de sensores para airbags, cinturones de seguridad y volantes… Tenemos solo un sensor que puede habilitar todas estas características”, sostuvo Dotan. Según un cálculo conservador, el costo para reemplazar los sensores de múltiples autos existentes con el sensor único de su empresa es de veinte dólares por automóvil, lo que para algunos fabricantes se traduciría en ahorros de 200 millones por año, señaló.
En el futuro, a medida que aparezcan automóviles sin conductor en el mercado, los datos recopilados por el sensor serán utilizados por los gerentes de flota, las compañías de seguros y los primeros en responder para monitorear el interior del automóvil.
“A medida que proliferan los vehículos autónomos, los administradores de flotas necesitarán saber qué sucede en el interior de sus automóviles, como cuántas personas hay en un automóvil, cuándo desembarcan, incluso qué tipo de medios o bebidas les gusta consumir”, contó Dotan.
“Las compañías de seguros querrán saber qué sucedió durante un accidente para determinar las reclamaciones. Los primeros en responder pueden analizar los datos del sensor para determinar el impacto y las lesiones en accidentes vehiculares antes de llegar a la escena, potencialmente salvando más vidas”, agregó.
El sensor está más allá de la etapa de prueba de concepto, y la compañía está proporcionando a los fabricantes kits avanzados para pruebas de campo con miras a la integración total en 2020-2021, según Dotan.
En diciembre, Guardian recibió 5,1 millones de dólares en fondos de la serie A de Maniv Mobility y Mirai Creation Fund, marcando la primera vez que Toyota Motor Corporation y Sumitomo Mitsui Banking Corp. invierten en una compañía israelí.
Fuente: www.agenciaajn.com