Muchos dicen que la juventud es un regalo, otros dicen que es la mejor etapa de la vida, para otros les parece un tiempo de introspección y de cambios.
Pero la realidad es que va mucho más allá:
Ser joven significa ser dueños de nuestro presente, y estar dispuestos a desafiar nuestro porvenir.
Aceptar las circunstancias sin envidiar ni protestar, admitir la maravilla que somos y lanzarnos a conquistar nuestro destino.
Ser joven es buscar incansablemente nuestro ser, y entregar la vida para hacernos a nosotros mismos.
Jamás sacrificar nuestra vocación por complacer a alguien, y estar dispuesto a pagar la colegiatura para lograr nuestra plena realización.
Ser joven es tener el valor de realizar nuestro ser a pesar de las circunstancias, los críticos y los escépticos. Jamás hacerse víctima de los demás, y entender que el valor no es para morir sino para decirle sí a la vida.
Ser joven es abrir nuevos caminos, aventurarse con audacia a probar lo nunca antes intentado. Luchando a pesar de nuestros miedos para lograr lo que deseamos, asumiendo los riesgos y las consecuencias.
Ser joven es ser libre, dirigiendo nuestra vida al destino por nosotros elegido y asumiendo la responsabilidad de nuestras decisiones. Es ejercer en cada momento nuestra libertad, y ser los únicos responsables de nuestras acciones renunciando a cualquier tipo de esclavitud, vicio, adicción, manipulación o sometimiento que degrade nuestro ser.
Ser joven es levantarse ante cada adversidad con un espíritu indomable, aprendiendo de nuestros fracasos, pero jamás dándonos por vencidos, luchando hasta alcanzar la cima anhelada.
Es la capacidad de convertir cada fracaso en victoria aprendiendo de nuestras fallas, y no perder jamás de vista la cumbre que deseamos conquistar.
Ser joven es buscar desafíos y enfrentarse a retos extraordinarios con tal entusiasmo que los más intricados obstáculos sean afrontados con una férrea disciplina, con una determinación absoluta y una sonrisa en los labios.
Ser joven es ser capaz de amar sin limitaciones, y luchar hasta el fin por nuestros sueños.
Ser joven es luchar por un mundo más humano, es ofenderse ante la miseria, protestar ante la injusticia, es tender una mano al necesitado, es enjugar las lágrimas de un niño abandonado, y conducir su destino a un futuro de realización.
Ser joven significa tener un corazón generoso y dar todo, hasta lo que nos hace falta, por alcanzar un sueño, es sacrificio sin límites, es la fuerza hecha acción para cumplir nuestro destino con la humanidad.