Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalem han desarrollado
un análisis de sangre que, según dicen, podría sustituir a casi todas las pruebas de detección del cáncer de la última década.
La tecnología extrae de la sangre un conjunto de información que ha recogido de todos los órganos y tejidos por los que ha pasado durante sus viajes por el cuerpo.
“Esta innovadora prueba podría reducir drásticamente los casos de cáncer al detectarlos de forma precoz, ya que los análisis de sangre habituales son prácticos de una forma que no lo son las revisiones periódicas”, dijo el Dr. Ronen Sadeh, del Centro Grass de Bioingeniería de la Universidad Hebrea, que dirigió el estudio junto con el profesor Nir Friedman.
Ya existen biopsias líquidas capaces de detectar el cáncer a partir de la sangre, pero su uso aún no está muy extendido y, sobre todo, solo indican si hay cáncer, sin ofrecer una imagen detallada de dónde se encuentra. “Nuestra nueva tecnología puede decir no solo si se tiene un tumor, sino también su ubicación exacta en el cuerpo”, dijo Sadeh a The Times of Israel. “También puede diferenciar entre tipos de tumores similares para ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones sobre cómo tratar a los pacientes”.
“Dentro de diez años, esperamos que pueda ser una prueba que la gente haga de forma regular y rutinaria para controlar el cáncer, y controlar también la salud de sus órganos para otras enfermedades”, aseguró. “El examen sería más fácil, más genérico y menos caro, por lo que habría más análisis y esto salvaría vidas”.
El nuevo método se ha probado en 1,000 personas en Israel y Estados Unidos, y sus resultados coinciden con los de los médicos que emplean diagnósticos tradicionales. Sadeh es director general de una nueva empresa, Senseera, que se ha creado para iniciar un amplio ensayo clínico y promover la tecnología.
La investigación que describe el proceso se publicó el mes pasado en la revista especializada Nature Biotechnology. Según Sadeh, el artículo da esperanzas de que la prueba pueda sustituir a las biopsias, mamografías, colonoscopías y otros procedimientos que se realizan actualmente para detectar el cáncer.
La principal innovación, según Sadeh, es el análisis tanto de la secuencia del ADN como de otra información que ofrece una capa de conocimiento de la actividad genética más allá de la secuencia, conocida como información epigenética.
“No nos limitamos a la secuencia de ADN, que es el objetivo principal de las biopsias líquidas normales, sino que también nos fijamos en detalles como el modo en que el ADN está empaquetado y regulado dentro de la célula, lo que puede decirnos mucho”, dijo.
El profesor sostuvo que es imposible examinar constantemente a todo el mundo para detectar todos los cánceres, pero como la sangre siempre circula por el cuerpo, recoge información de todos los órganos, que solo hay que captar e interpretar.
Para ello, su prueba despliega la biología molecular para crear un método de investigación que utiliza anticuerpos específicos para capturar información epigenética, que luego se introduce en una máquina desarrollada para analizar la información.
“La sangre circula constantemente por el cuerpo y actualmente recoge información de todos los tejidos”, dijo. “Ya utilizamos esta información para diversas pruebas, como las de enzimas hepáticas, pero la información es muy general; solo señala un problema general si es que existe”.
“Al extraer datos muy detallados, podemos decir dónde está el cáncer y también podemos identificar otras enfermedades: hepáticas, inmunológicas y otras”, dijo Sadeh. “Somos optimistas en cuanto a que la tecnología se utilizará para hacer avanzar la salud y salvar vidas”.
Fuente: agenciaajn