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Una celebración de emociones y rituales
El pasado 2 de marzo tuvo lugar el Prefestival de Danza de Cámara, que contó con la participación de más de 25 grupos y 50 bailarines, donde cada grupo tuvo 10 minutos para presentar su coreografía y recibir retroalimentación.
A escasos metros de distancia, los bailarines no solo ejecutaron movimientos, sino que también compartieron emociones palpables. Cada gesto, cada mirada, se convirtió en una pieza esencial de la narrativa desplegada en el escenario. La proximidad creó una conexión visceral, transformando la observación en una experiencia participativa donde el público se convirtió en cómplice de las emociones expresadas a través de la danza.
La brecha entre artistas y espectadores se desvaneció, permitiendo que cada expresión en el rostro de los bailarines fuera una ventana abierta a la pura emotividad. En este espacio íntimo y experimental, los grupos más reducidos encontraron la libertad para crear coreografías que trascendieran las palabras, sumergiendo al público en un diálogo sin límites.
La excelencia técnica se fusionó con la emoción, elevando la danza a un arte que no solo se ve, sino que se siente en lo más profundo.
Es importante destacar que las fechas para el Certamen son el lunes 24 de marzo, primera función a las 19:30 horas y segunda función a las 20:45 horas. La Final de Danza de Cámara será el miércoles 26 de marzo, a las 20:00 horas en Plaza Macabi.
Así, esta categoría se erigió como un santuario donde la danza no solo fue una exhibición de habilidad, sino un lenguaje universal que superó barreras. En esta proximidad única, donde cada detalle se magnificó, el arte de la danza se transformó en una experiencia que dejó huella, resonando en el corazón de los afortunados espectadores que fueron testigos de la magia de la expresión sin palabras.
// Darío Borenstein
