Hay personas agotadas en extremo, con los nervios deshechos, sin apetito, sin ilusiones por la vida y no saben a que se debe todo esto. Muchas veces esas personas cifran su vida en el puro trabajo y solamente reposan para trabajar más. No se conceden tiempo para el espíritu, para los amigos, para los deportes, el cine o el baile. En todas partes hay miles de personas que son así.
Son personas que siempre se sienten cansadas. Pero… ¿lo están?… ¡no! ¿Necesitan descanso?… ¡no! Lo que necesitan es cambiar de aires, quitarse la rutina de encima, hacer que la sangre les corra por las venas, gracias a otras ilusiones, a otros intereses, a otras actividades.
Para salir del círculo vicioso hay dos cosas: 1.- darse cuenta de que estamos en él y 2.-querer salir de él.
El mejor camino es trazar un plan de vida equilibrada. La fuerza de un hombre en equilibrio frente a la vida, es semejante a la fuerza y la unidad de los cinco dedos de una mano. Los cinco dedos de esa mano fuerte que te guiará por la vida en equilibrio, con más salud e ilusión son: la afición, la vida social, la salud, el trabajo, la vida familiar y espiritual.
Las ilusiones son el motor de la vida y el motor del amor, y el amor es como un imán: atrae más amor. Lucha para vivir una vida equilibrada: que ni las riquezas, ni el vino, ni el sexo, ni los placeres, ni la autoridad, te hagan perder el equilibrio. Vivir equilibradamente es vivir con plenitud, usando de todo, sin abusar de nada. Busca lo natural y lo sencillo, ya que el aliento de la vida está en la luz del sol, en el aire puro y en el agua limpia. Sé fiel a la amistad, lleva dentro de ti un espíritu de libertad y de paz. Haz algo por el prójimo, algo que dé un calor humano a este mundo de máquinas, en el que a menudo, desaparece el ser humano.