El 31 de diciembre de 1941, vísperas de Año Nuevo, se reunieron miembros del movimiento clandestino Dror de Vilna en el departamento de Anton Schmid, un soldado del ejército alemán, oriundo de Viena, que ayudaba a los judíos del gueto. Para expresar su gratitud al soldado de la Wehrmacht que estaba poniendo su vida en peligro para salvarlos, le dijeron que después de la guerra iban a invitarlo a la tierra de Israel y ofrecerle una estrella de David dorada. «La llevaré con orgullo» les contestó. Lamentablemente nadie pudo ver ese día: poco después, Schmid fue capturado y ejecutado y casi todos los judíos presentes en la reunión fueron víctimas del Holocausto.
El caso de Anton Schmid fue relatado por Lonka Koziebrodzka, en un informe detallado sobre las acciones del soldado que arriesgó su vida para ayudar a judíos. El informe fue agregado a los numerosos documentos preservados en el archivo clandestino Oneg Shabat del gueto de Varsovia, con un título que indicaba que el informe era sobre uno de los Jasidei umot haolam, Justos entre las Naciones. Este concepto tiene sus raíces en la tradición judía y se refiere a los no judíos que ayudaron a judíos en tiempos de dificultades. Maimónides, el sabio y filósofo judío medieval, alude a ellos como individuos que cumplen con los siete preceptos de las naciones o siete preceptos de los hijos de Noé, o sea que comparten los mandamientos básicos universales de la moral y ética judía
La promesa de honrar sus acciones fue mantenida 22 años más tarde, cuando Yad Vashem, en nombre del pueblo judío confirió al salvador austríaco el título de Justo entre las Naciones y su esposa plantó un árbol en la Avenida de los Justos.
La avenida de los Justos entre las Naciones fue dedicada el Día del Recuerdo del Holocausto, 1 de mayo de 1962. El gobierno de Israel estuvo representado por la ministra de Relaciones Exteriores, Golda Meir. Los primeros once árboles fueron plantados a lo largo de un sendero, en las laderas desnudas del Monte del Recuerdo. Fueron plantados por salvadores de distintos países y por sus anfitriones israelíes, los judíos que habían rescatado.
Con el paso del tiempo más Justos fueron reconocidos y para 1989 cerca de dos mil árboles se habían plantado a lo largo del Monte del Recuerdo. Por lo tanto, se decidió construir un monumento natural en el que serían perpetuados los nombres de los Justos entre las Naciones, un sitio sumamente sereno, de una simplicidad impactante. Integrado en la cercanía natural de la montaña boscosa, el conjunto consiste en una serie de muros que crean espacios abiertos y donde están grabados los nombres de los Justos, de acuerdo con sus países de origen.
Cuando el monumento fue dedicado, el 7 de agosto de 1996, ya habían sido honrados por Yad Vashem cerca de catorce mil Justos. Desde entonces se han ido agregando nuevos nombres cada año. En 2011 el espacio fue ampliado y se construyeron nuevos muros.
La mayoría de las ceremonias en las que se presentan las medallas y diplomas de honor a los Justos o sus descendientes son organizadas por representantes diplomáticos israelíes en los países de origen, sin embargo, algunas familias prefieren venir a Yad Vashem para realizar la ceremonia en el Monte del Recuerdo y descubrir personalmente el nombre del homenajeado que aparece en el muro.
//Sofía Mercado Atri
Comité de Difusión e Imagen