El pasado viernes 17 de marzo se cumplió un nuevo aniversario del ataque terrorista contra la sede diplomática de Israel en Argentina.
Aún impune, la masacre dejó un doloroso saldo de 29 personas asesinadas y decenas de heridos. El atentado ocurrió el martes 17 de marzo de 1992 a las 14:50 hora local, cuando una camioneta Ford F-100 conducida por un suicida y cargada con una mezcla de hexógeno y pentrita se estrelló contra una de las puertas de la casona donde funcionaba la legación israelí.
La Embajada convocó a la sociedad argentina a renovar el pedido de justicia y rendir homenaje a las víctimas fatales y sobrevivientes. El lema de este año es “31 años y seguimos…”. La memoria colectiva denuncia la impunidad que todavía prevalece en relación con este trágico evento.
Mantener viva la memoria
Más de treinta referentes de los diferentes movimientos de jóvenes, organizaciones y comunidades judías participaron, recientemente, de un encuentro previo que se realizó en la Embajada de Israel en Argentina, en el que se compartió la necesidad de mantener viva la memoria, para que el olvido no logre debilitar el reclamo de justicia.
Los participantes de la reunión pudieron escuchar el testimonio de primera mano de Víctor Nisenbaum, sobreviviente del ataque del 17 de marzo de 1992, y el mensaje de Amital Perry, portavoz y agregada en Diplomacia Pública de la Embajada, quien -acompañada por Alejandro Ostrovsky- compartió las acciones que realizan en pos de renovar el pedido de justicia. “Fue una reunión muy importante para seguir construyendo memoria y para poder transmitir a las próximas generaciones el legado de no olvidar, de reclamar justicia y de recordar a las víctimas fatales del atentado”, aseguraron desde el equipo organizador del acto de La Juventud. “Muchos de quienes participaron de ese encuentro nacieron mucho tiempo después del atentado. Por eso, es tan necesario la organización de este tipo de acciones”, agregaron.
Fuente: AMIA y agencias