Existen deportes que no son tan populares como el Futbol, el Básquetbol o la Gimnasia,
pero son igual de divertidos, uno de ellos es el caso de la Esgrima. Basta conocerlo para enamorarse, y lo mejor es que contamos con clases de esta apasionante disciplina.
Los niños que practican Esgrima tienen una actitud más respetuosa, tienden a ser más perspicaces y son ágiles; en general, son personitas que demuestran inquietudes que van un poco más allá de las socialmente existentes, establecen relaciones muy positivas con el entorno, y saben analizar muy bien las situaciones para actuar correctamente.
Por tal motivo, te mencionamos algunos de los beneficios que aporta la práctica de Esgrima en los niños.
Ayuda al niño/adolescente al desarrollo, generación y elección de estrategias
Entrena en la toma de decisiones, facilitándolas en situaciones críticas
Fomenta valores como la disciplina y el respeto dentro y fuera de las pistas
Ayuda a la capacidad de razonar
Potencia la velocidad, equilibrio y coordinación
Aumenta el autocontrol emocional y el de la impulsividad
Mejora la capacidad de adaptación y de concentración
Facilita la planificación de tiempo y tareas
Trabaja la motivación y la competitividad positiva
Aumenta la agudeza, exactitud y rapidez de las percepciones visuales y de las reacciones motrices.
Agiliza los reflejos y la capacidad de reacción
Enseña a trazar planes de acción para alcanzar objetivos y a valorar el esfuerzo requerido para conseguirlos
Mejora la forma física y el desarrollo psicomotor
Descarga adrenalina
Fomenta el sentimiento de superación, aprendiendo a leer de forma constructiva tanto victorias como derrotas
Legitima el sacrificio
Desarrolla el pensamiento convergente-divergente
Agudiza la inteligencia
Trabaja la autoconfianza
Así que, si después de leer este artículo, te interesa que tus hijos lo practiquen, contamos con clases lunes y miércoles de 16:40 a 17:40 horas y de 17:40 a 18:40 horas. Acércate a las oficinas del Comité de Fomento Deportivo para más informes e inscripciones.
¡Te esperamos!
//Michelle Sánchez