Durante 75 años la historia de Hashomer en México ha ido pasando por varias generaciones las cuales han tenido cambios, pero la esencia siempre ha sido la misma. Hoy en día buscamos hacer un cambio con cada javer, con las kvutzot y también un cambio comunitario.
Cada kvutzá lleva un proceso durante el año en el cual se van poniendo objetivos para que siempre aprendamos algo nuevo, aportemos y sigamos pasando a las otras kvutzot todo lo que es Hashomer. Buscamos la igualdad entre todos, ser quienes somos y encontrar nuestro lugar, sentir el ken como nuestra casa y cada persona parte de nuestra familia. En las peulot puedes sentir la unión y el amor que se tiene por la tnuá, las sonrisas de todos y una convivencia entre todos, una tnuá en el que no somos un número sino un grupo con un objetivo en común, en el cual se le da el lugar a cada uno para su crecimiento personal de la mano del otro.
El madrij siempre trata de ser un ejemplo para el janij para transmitirle lo mejor y llevarlo por un camino en el cual el janij sienta que está haciendo lo correcto, enseñarles sobre el socialismo y ver como cada javer va aprendiendo poco a poco su forma de compartir y hacer un bien común, entender nuestras raíces y llevar el judaísmo como nosotros lo sentimos.
Hashomer es un lugar diferente para divertirte y aprender, conocer gente la cual siempre va a abrir sus brazos al recibirte, un lugar en donde cada persona tiene el espacio de ser quien realmente es. Cada año, cada sábado, cada peulá y cada javer nos deja algo, nos marca de alguna manera y nos impulsa a seguir con algo en lo que creemos, nos mueve “eso” que nos dan ganas de enseñar algo más, aprender y sobre todo, seguir en un lugar que nos hace sentir completos.