Es innegable que toda persona tiene un espíritu que siempre busca ayudar, hacer algo al respecto, contribuir en algo y, a veces, evitar que otros sufran. Es también verdad, que hay mucho más espacio del que quizá hayas visto en esta mágica actividad creadora de vida llamada ayuda. Por ejemplo, cuando tú quieres unirte en una relación con alguien, en realidad lo que buscas es ayudar y ser ayudado; cuando abres un negocio tú produces algo que le ayudará a mucha gente, y esa gente te ayudará a ti; los hijos mismos son seres a quienes guiar y quienes nos guían también como padres hacia una evolución y un crecimiento en todos los aspectos.
A través del tiempo, el verdadero sentido de la ayuda ha sido distorsionado, y hemos olvidado (quizás convenientemente) la verdadera definición y características de una auténtica ayuda, que hace que las dos partes ganen y sobre todo, cumple con la característica más grande… ¡no necesitar más ayuda!
Definamos ayuda de forma que puedas ver el universo tan maravilloso cuando es verdadera, o la trampa esclavizante donde ayuda se convirtió en traición.
El verbo ayudar viene del latín adiuvare, que significa respaldar, con lo anterior nota que en ningún momento dice hacerlo todo por él, o evitarle sufrimiento y pasos que él debiera hacer por él mismo.
Las características naturales básicas de todo ciclo de ayuda, te las compartiré a continuación y te invito a que las observes cuidadosamente:
1. Es un ciclo, así que tiene un inicio, una continuación y un fin.
2. Es una asistencia para que el ser, en un tiempo determinado, logre ser independiente.
3. Puede haber una fase inicial “gratuita”, con fines de hacer más consciente a la persona de lo que le sucede, y de qué manera puede darte un intercambio correcto. (basado en respeto a ti mismo).
4. Es una decisión, es voluntario, por lo tanto nunca tienes que ayudar a nadie.
5. Para poder ayudar, tú debes estar en una condición mejor que la persona con el problema, y de hecho, no tener el mismo problema, ya que de tenerlo por igual, es más responsable decidir y comunicar que no puedes ayudarle (la misma mente que creó un problema, no es la misma que creará una solución, debe ser superior).
6. No impone nunca, sin importar que sea la solución, o lo que debería hacer… siempre se sugiere o se aplica una fórmula específica de preguntas para que la persona pueda llegar a ver mejor su problema, y proponer sus propias soluciones.
7. La persona debe querer ser ayudada, debe estar lista para recibirla. Ayudarte a ayudarlo con disposición de aprender lo que no sabe, y hacer él lo necesario para poder ser independiente por siempre en ese tema.
Hay más características que quiero compartirte en publicaciones futuras, pero estas son las básicas donde ayudar se convierte en un juego ganar-ganar, donde tú nunca te pierdes por tratar de ayudar a otro, o pierdes al otro por esclavizarlo y hacerlo dependiente de tu presencia para estar bien.
Todo comienza siempre por propósitos, esa meta, ese camino que quieres seguir para obtener algo.
Si tú realmente quieres ayudar, quieres seguir siendo libre y hacer que el otro sea más libre, tú quieres mostrar opciones y no buscar imponer o controlar la vida y las decisiones de otros. Cada persona está donde se ha llevado con lo que sabe, lo que no sabe y lo que no quiere saber, todos estamos jugando a algo.
Te sorprenderías al observar detenidamente que mucha gente que dice sufrir, en realidad está en condiciones a simple vista difíciles, pero muy convenientes.
Es solo difícil lo que no sabes hacer, y te lo puedo demostrar en este momento:
¿Tú sabes andar en bicicleta?, bueno…no importan entonces las piedras, las subidas, las bajadas… tú seguirás en tu bicicleta, eso no es difícil para ti.
¿Si tú estás queriendo hacer algo que en realidad no sabes hacer? por eso, y solo por eso, te es difícil.
Para terminar este tema tan extenso ,tan básico y vital para todos, quiero que visualices cómo es que tú puedes siempre tener una gotera, y limpiar y limpiar y limpiar y limpiar toda tu vida las manchas de agua, o puedes arreglar el problema de raíz y reparar la gotera por siempre.
Esta es una de las mejores fórmulas para ayudar, que yo he visto en todos mis años de estudio sobre la vida, la mente y el espíritu, y hoy la quiero compartir contigo, con el propósito de que no cargues más peso del que te corresponde, que logres en verdad que otro esté mejor prolongadamente y no solo estilo “limpiagotas”. Cada vez que tú veas que puedes ayudar, haz las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es el verdadero problema que tú ves?
2. ¿Cómo has tratado de solucionarlo?
3. ¿Qué podrías hacer en este momento con lo que tienes para mejorar o solucionar el problema?
Espero con todo mi amor por ti, que esto te sirva.
mexicoinfinito@hotmail.com