En mi última nota de hace algo más de un mes, escribí acerca de la incapacidad de prever el futuro de las negociaciones palestino-israelíes, debido a lo vertiginoso y volátil de los acontecimientos. En mi más audaz imaginación, no hubiera podido concebir hasta qué punto, estos serían tan vertiginosos, volátiles y graves. El 29 de abril pasado, se cumplió la fecha final de las negociaciones. Las dos partes involucradas y el mediador estadounidense, han asumido que nueve meses no han sido suficientes ni siquiera, para consensuar un marco referencial, que fije la agenda temática. Este ha sido  un embarazo con aborto anunciado. Las acciones, las crisis y las rupturas que se dieron en el último mes, muestran a las claras que el asunto es más un tema para psicólogos o psiquiatras, que para diplomáticos. El grado de desconfianza entre las partes es tan grande y el repudio mutuo entre Netanyahu y Mahmud Abbas es tan abismal, que sería necesaria ante todo, una terapia intensiva, relajante y rehabilitadora. En el transcurso de los últimos 30 días, los insólitos e inesperados vaivenes, demuestran el grado de recelo y desconfianza que domina el corazón y el cerebro de ambos bandos. Israel, no ejecutó como estaba previsto, la liberación de los últimos 26 terroristas de los 104 estipulados, debido a que había en la lista catorce árabes de nacionalidad israelí. Producto de una promesa de John Kerry a Abbas, sin el consentimiento previo israelí. Este hecho de consumarse, hubiera despedazado a la coalición de gobierno. Israel anunció que no liberaría a los terroristas, hasta aclarar las intenciones palestinas. En respuesta, los palestinos, que el año anterior lograron el estatus de nación observadora en la ONU, presentaron la solicitud de membresía ante quince organismos de la misma. Con ello, rompían flagrantemente su compromiso de no recurrir a ningún organismo internacional, durante los nueve meses de negociación. De pronto, se habló de un paquete que incluiría liberar a 450 terroristas a cambio de la liberación de J. Pollard por parte de Obama, la congelación parcial de la construcción en los asentamientos, el retiro de las peticiones palestinas a la ONU y la continuación de la negociación. A la sazón, el ministro de vivienda, anunciaba la  planificación de 710 nuevas viviendas en el barrio de Guilo, en Jerusalem. Abbas amenazó entonces, con entregar las llaves de la Autoridad Palestina a Israel. Netanyahu canceló toda cooperación y congeló la consecución de todo proyecto conjunto. El ministerio de Hacienda, amagó con descontar del impuesto del IVA que cobra por la venta de mercancías palestinas, las cuentas no abonadas por la Autoridad Palestina, en concepto de electricidad, agua, y otros servicios. Lo que paralizaría casi por completo su funcionamiento. Para los intereses israelíes podría ser esta una medida de efecto bumerang, pues la mayor parte de esos impuestos recaudados, sirve para pagar a la administración pública. Entre ellos policías y fuerzas de seguridad palestinas, que trabajan en estrecha cooperación con sus pares israelíes, a fin de detectar y detener actos de terror. En la víspera del Séder de Pésaj, un francotirador palestino asesinó al conductor de un vehículo israelí e hirió a su esposa. Sus tres hijos se salvaron milagrosamente del atentado. La consternación fue enorme en Israel y Netanyahu exigió de Abbas, que condenara el atentado y exprese sus condolencias a la familia. Abbas se abstuvo de hacerlo. Uno de sus ministros lo hizo a media voz, pero aduciendo que habría que lamentar también a los muertos palestinos, pues la sangre de ambos es del mismo color. Las acusaciones y amenazas entre ambos lados solo iba en aumento. Los movimientos Al Fatah y Hamas, enfrentados desde hace años por un odio visceral, anunciaron repentinamente un proceso de pacificación, que finalmente deberá conducir a la formación de un gobierno unificado, encabezado por Mahmud Abbas. Hamas como es sabido, se opone a las negociaciones de paz con Israel y lucha por su destrucción. Este hecho tomó por sorpresa al gobierno y a la opinión pública israelí. Los que aún apoyan las negociaciones de paz, dicen que ello se debe a que Hamas atraviesa uno de los momentos más críticos de su existencia. Abandonado y perseguido incluso, por sus aliados de antaño. Creen que este paso, podría resolver la incógnita israelí acerca de la validez de un acuerdo firmado con la Autoridad Palestina, sin la inclusión de la Franja de Gaza, gobernada por Hamas. La derecha por el contrario,  opuesta a la creación de un estado palestino, se alegró del hecho, pues dice que Hamas no renunciará nunca a sus intenciones de asesinar judíos y destruir a Israel. La izquierda israelí espera que Hamas declare públicamente y en lengua árabe, que reconoce la existencia de Israel, se abstiene de todo acto de terror, incluido el lanzamiento de cohetes y que está dispuesto a compartir la mesa de negociaciones, según los principios  establecidos por el “Cuarteto” compuesto por Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Comunidad Europea. Los más realistas, afirman que antes llegará el Mesías, a que Hamas adopte públicamente esos compromisos. Efraín Halevi, exdirector del Mosad escribió en su artículo semanal, que Israel debería adoptar inmediatamente una de las dos opciones posibles. Actuar militarmente en Gaza para destruir a Hamas, o anunciar que negociaría con los palestinos, si Hamas adopta los acuerdos de Oslo. El Secretario de Estado John Kerry, evidentemente frustrado por estos últimos acontecimientos, dijo que de no lograrse un acuerdo, surgiría en Israel un régimen de Apartheid. Su afirmación causó gran conmoción y rechazo en los círculos políticos estadounidenses e israelíes. Senadores republicanos, reclamaron su renuncia. Kerry se excusó de inmediato, lamentando su desliz verbal. Explicó que ello se debió a su profunda  amistad y preocupación hacia Israel. De allí, su temor de que si no se acuerda una separación con los palestinos, con el tiempo, el Estado dejaría de ser judío y democrático. Por ahora, las negociaciones están interrumpidas y la relación entre las  partes se ha agravado notoriamente. Los únicos ganadores de esta realidad, son los extremistas de ambos bandos, pues se ha vuelto a fojas cero. O tal vez no. Parafraseando a Lenin, se podría decir que, cuanto peor sea la situación, el desenlace será mejor. 

Hacia el horizonte

La industria militar israelí, puso en orbita con pleno éxito, al satélite espía Ofek (Horizonte) 10. Este es el décimo aparato de esta serie. Pequeño en sus dimensiones, lo que le permite orbitar a relativa baja altura, es el mejor equipado y avanzado de todos ellos. Ejecuta un giro orbital alrededor de la tierra cada 90 minutos y está destinado a brindar a los servicios de inteligencia una valiosa información sobre la región. Posee una resolución absoluta para fotografiar tridimensionalmente objetos muy pequeños, de día como de noche, e incluso en las más adversas condiciones climáticas. Además, tiene la capacidad de captar y descodificar comunicaciones de todo tipo. El Ofek 10, fue lanzado al espacio desde la costa del Mediterráneo, impulsado y puesto en órbita por un cohete de fabricación israelí. Israel se cuenta entre un muy reducido y selecto club de países, que poseen la capacidad de construir y poner en órbita por sus propios medios, satélites de alta capacidad tecnológica. 

El Kfir volará a la Argentina

Es sabido que el enfriamiento de las relaciones argentino-israelíes de los últimos dos años, ha llegado al grado de discordia diplomática. Ello, debido a la firma del acuerdo argentino-iraní para la verificación del atentado de la AMIA en 1994. Pero recientemente, se han dado a conocer detalles de discretas negociaciones entre el gobierno argentino y el israelí, para la adquisición de 20 cazabombarderos del tipo Kfir. Se trata de aparatos construidos en los años setenta del siglo pasado. Dotado de un motor General Electric, el aparato fue producido totalmente por la industria aérea israelí. A medida que la fuerza aérea adoptaba a los nuevos aparatos F-16 estadounidenses de tercera y cuarta generación, doscientos Kfir fueron pasando a retiro. En los últimos años, Colombia, Ecuador y Sri Lanka entre otros, han adquirido un nuevo modelo del Kfir, totalmente renovado y equipado con lo más avanzado de la tecnología aérea militar. Incluso países de Europa del Este, que próximamente se incorporarán a las fuerzas de la NATO, se interesan en su compra, pues este ofrece casi todas las ventajas de los aviones modernos, a menos de la mitad de su precio. Argentina   desea modernizar su fuerza aérea con aparatos de alta calidad, seguridad y eficacia, a un costo de 20 millones de dólares por unidad. Aunque no se han dado mayores detalles, se espera que los términos de la operación, se concluyan en los próximos meses. Es de esperar que al margen de los acuerdos de orden militar, Argentina e Israel reencuentren el camino de la tradicional amistad y cooperación mutua, que los uniera en el pasado. Así en el campo científico, comercial, agrícola y cultural. A largo plazo esas áreas, demuestran ser más propicias y redituables para ambos pueblos.   

Feliz día de la Independencia 

Esta semana se cumple el  66º Aniversario de la creación del Estado de Israel. No es necesario ser un ferviente y apasionado sionista para reconocer que los logros y alcances hechos por el Estado judío, no tienen precedente ni parangón en la historia moderna de la humanidad. Acosado siempre por inminentes y graves problemas de seguridad, desde dentro y fuera de sus fronteras. Con dos tercios de su territorio de suelo árido. Con una aguda carencia de agua y de recursos naturales y con cinco guerras y dos intifadas en su corta historia, que intentaron destruirlo, Israel ha podido absorber a más de tres millones de judíos llegados de todos los confines del mundo. Ha revolucionado los conceptos básicos de la agricultura y desalinizado el agua de mar, exportando sus conocimientos en beneficio de los pueblos más necesitados. Ha creado de la nada una industria militar para su defensa. Ha suscitado estupor ante el mundo entero y profundo orgullo entre judíos e israelíes, con la obtención hasta la fecha, de diez premios Nobel. Israel ha conocido todos los enfrentamientos sociales internos posibles. Judíos y musulmanes, laicos y ortodoxos, pobres y ricos, sefaradim y ashkenazim, nuevos inmigrantes y veteranos. Mientras el mundo rechaza y expulsa a la hambrienta población proveniente de África, Israel ha promovido la aliá y absorción de cien mil judíos etíopes. Este país de dimensiones diminutas, ha sabido crear y exportar al mundo, ciencia, arte, cultura, tecnología, productos revolucionarios en el campo de la computación, la telefonía y la medicina más avanzada. Sabemos que el camino aún es largo y tortuoso hasta lograr solución a todos los problemas que aún nos aquejan. Especialmente la paz con nuestros vecinos. Pero nos alienta el saber, que no hay escollo que sea insuperable. Luego de la Shoá, la respuesta de la revolución sionista ha sido contundente y de dimensiones simplemente gigantescas. En toda la historia judía, jamás ha existido un estado tan poderoso y sobresaliente en tantos ámbitos. El Día del recuerdo por los caídos en su defensa, lo conjugamos de inmediato, con la alegría por nuestra supervivencia y el orgullo por los logros obtenidos. Así ha sido siempre nuestra historia. Lloramos nuestras tragedias, al tiempo que damos gracias a la vida y festejamos la continuidad de nuestra existencia. 

 ¡Le’Haimm!  

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