Las plegarias de millones de personas se han orientado hacia la paz duradera, la liberación de las raíces del terrorismo, la violencia, el fanatismo, la guerra, y hemos visto milagros ante los conflictos en Medio Oriente. Sin embargo, siguen habiendo brotes violentos alrededor del planeta. ISIS está avivando el pánico en muchos países, y el terrorismo sigue cultivándose en las mentes de cientos de miles de niños alrededor del planeta.
Las fuerzas oscuras nos siguen inquietando a todos, a quienes lo generan y a quienes lo temen. A quienes les afecta directamente y a quienes les afecta indirectamente. Las fuerzas oscuras están en todos los países: el secuestro, los asaltos, la violencia, el abuso, la guerra. ¿Acaso está en nuestro poder el contrarrestar la oscuridad?
Muchos de nosotros quisiéramos hacer algo, mucho más de lo que hacemos, pero creemos que no está a nuestro alcance influenciar, de forma radical, el cambio tan anhelado. Cuando sabemos cómo coadyuvar, se reduce enormemente nuestra ansiedad. ¿Cómo poder desvanecer estas fuerzas oscuras desde la raíz? Observa que una forma de eliminar la oscuridad es encendiendo la luz. Las leyes en el mundo físico, son un reflejo de las leyes del mundo espiritual. Cuando enciendes una vela con la tuya, no pierdes luz, ¡duplicas la claridad! Mientras más velas enciendas, más claridad tendrás. Aquello en lo que nos enfocamos, se expande. Ahora es el momento de expandir luz, enfocando y encendiendo nuestra luz y la luz de otros. ¿Cómo?
La luz interior se refleja en nuestra alegría, o creando algo que beneficie a otros, teniendo compasión por el necesitado, pensando y actuando hacia el mayor bien global. Hay infinidad de formas de avivar nuestra luz y de esparcir la luz, expandiendo así bendiciones al mundo.
No necesitamos esperar recibir nada a cambio de la alegría que damos, porque esta se expande como la luz de una vela. Cuando das una sonrisa sincera, recibes de regreso una sonrisa del otro. Dar comprensión, aliento, apoyo, atención, validación, reconocimiento, incrementa el lado positivo de nosotros y de los otros. ¡Esto enciende la luz del alma y la luz en la humanidad!
Observa que un espejo en una habitación expande el espacio y refleja la luz, duplicándola. Sin embargo, cuando la habitación está oscura, el espejo no duplica la oscuridad. La habitación está tan oscura con o sin el espejo. Cada vez que enciendes una luz, el espejo refleja otra. De la misma manera, nuestro esfuerzo se redobla cuando compartimos este concepto con otros. ¡Aviva tu luz! ¡Enciende muchas luces! El alma está tan opacada o encendida como cada uno de nosotros la permita avivarse. ¡Enciende la luz del alma!
Está naciendo un movimiento fundamentado en esta ley natural, que tiene un enorme potencial para contrarrestar la oscuridad al expandir la luz en conjunto. Expande la luz. Tú puedes hacer que brille más intensamente la luz en nuestro planeta. Sé una fuerza expansiva de bendiciones a tu alrededor. Tú eres la luz. Permítela brillar a tu alrededor.
Con amor, luz y bendiciones.