En muchas ocasiones, como todos los seres humanos, he sido víctima del “¿Qué hubiera pasado?”

Si no hubiera estudiado lo que estudié, si hubiera ido en otra escuela, vivido en otro país, tomado otras decisiones. Sin embargo, después de mucha reflexión y no solo con objeto de este artículo puedo decir que no cambiaría nada de lo que me ha pasado. Han sido todas las circunstancias, experiencias de vida y mis decisiones las que me han traído hasta donde estoy ahora; me han convertido en bailarín, maestro, coreógrafo, fi sioterapeuta, apasionado por el Arte, con hambre de conocimiento y una necesidad intensa por seguir estudiando. Pero bueno, vayamos un poco atrás a cómo llegué a ser coreógrafo de esta Academia y después hasta dónde me ha llevado esto. Recuerdo un momento en un seminario de mi tnuá donde vinieron las coreógrafas del grupo a seguir trabajando la coreografía que se iba a presentar en el Festival Aviv de ese año. En alguno de los tiempos libres las vi haciendo una secuencia de la coreografía junto con otro de los madrijim que también era coreógrafo, aunque no de este grupo; y, ofrecí mi ayuda, a lo que me dijeron claro y abrieron la pista imaginaria para mí. Al terminar, las palabras de aliento: este chavo va a ser grande. Pues bueno, pasaron seis meses, hice el Ulpan Emshej y poco después de mi graduación recuerdo que Memo Treistman me ofreció un grupo pequeño de secundaria del Deportivo para trabajar como coreógrafo, el grupo Actuali. La emoción no cabía en mi pero al mismo tiempo ya empezaba otro camino en el movimiento de danza judía en México. Al siguiente año, este grupo dio un giro y se convirtió en Szafn Tanz donde fui coreógrafo durante seis años. Pasaron los años, algunos fueron depositando su confianza en mí, para seguir creciendo, otros parecía que me cortaban las alas. Sin embargo, ahí seguía buscando cómo mejorar como bailarín y coreógrafo. Fue un día que Federico Borenstein me habló y ofreció el proyecto de Maspik, mismo que acepté y hasta ahora continúo en este grupo. Ya son siete años siendo coreógrafo y buscando lo imposible en este increíble grupo. A los pocos años de ser coreógrafo de Maspik, en el Dépor queda una vacante para coreógrafo de Nefesh, misma que me ofrecen y con alegría acepto. El grupo donde bailé durante mis años en prepa ahora yo sería el encargado de dar vida a esa magia en el escenario. Y, es así como desde hace cinco años estoy en este grupo. Pasar de bailar en Yejefi m y Nefesh, a ser coreógrafo de todos estos grupos ha sido un sueño hecho realidad en muchos sentidos. La confianza que me ha dado el CDI en sus Academias, en pocos lugares la he obtenido. Una cosa llevó a la otra, y de pronto me hallaba en otros medios trabajando en esto que el Dépor me había abierto camino: en la Danza. Ahora puedo destacar mi trayectoria como bailarín de algunos comerciales, pasando algunas etapas de audiciones para otros proyectos, colaborando con artistas internacionales como Yossi Azulai quien dio concierto en México. También, he montado coreografías para el Taller de Teatro Musical de la Universidad Anáhuac Norte, el Bolo Fest de Liverpool, bailando en producciones como el Violinista en el Tejado. Actualmente bailo en la compañía de danza Memoria Muscular, doy workshops en otros países, en fin la lista es larga. Ahora puedo decir que no importa qué tantos son los trabajos, qué tan importantes sean las producciones, sino que lo que verdaderamente importa es que mi carrera dancística comenzó aquí, y planeo seguir creciendo muchísimo más. Actualmente bailo en la Compañía Memoria Muscular, estoy trabajando en mi primera pieza de larga duración La aldea de gente rota, que si todo lo permite me encantaría estrenar en octubre o noviembre. Constantemente busco seguir aprendiendo, leyendo sobre composición coreográfica, apoyándome en mentores para mis trabajos, saliendo a ver Arte en general, intercambiando ideas con otros artistas, rodeando mi vida de Arte; y sí, es verdad que también tengo otros trabajos que disfruto mucho hacer, que me llenan, pero la danza en particular es difícil de explicar y, es por ello, que se vuelve tan sincera y tan real. Entonces volviendo a la pregunta “¿Qué hubiera pasado?”, definitivamente sé que no estaría aquí, cumpliendo un sueño, dedicando mi vida a la Danza, y planeando llevarla a otro nivel. Mejor quisiera preguntarme, ¿qué pasará? Y sé la respuesta: Danza.

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version