Me viene a la mente este dicho que decía mi abuelita “Lo que has de comer, déjalo
cocer” … pues el tiempo de preparación y cocción adecuado ha llegado, y el evento en honor al Día del Abuelo será apreciado este domingo 6 de septiembre en el Salón Mural a las 12:00 horas, en esta ocasión tendremos el gusto de recibir a la Orquesta de Carlos Oliver, Recordando a las Grandes Bandas con música de los años cuarenta, cincuenta y sesenta.
Y el broche de oro en este festejo será la presencia de una invitada de honor, la Sra. Yolanda Montes “Tongolele”, que estará disfrutando junto con nuestros agasajados de este evento en honor a los Adultos Mayores del CDI. Mujer de enigmática belleza, así es como la mayoría de las personas mencionan cuando escuchan su nombre, un mito viviente, ella empezó bailando muy chica, su abuela tenía música tahitiana y ella bailaba a puerta cerrada, sin plantearse hacer una carrera del baile, pero como ella lo menciona “ese era su destino y todo salió como tenía que salir”, con una trayectoria impresionante en donde se destacó en cada una de ellas, teatro, cabaret, cine, televisión.
Ella menciona que no bailaba los mismos pasos porque eso era aburrido, para ella improvisar en cada espectáculo era lo mejor y lo podía hacer por el gran control corporal y control de escenario, siempre hacía algo diferente en donde la alegría, diversión y la entrega que daba era parte para cautivar a quién la estuviera admirando. Una mujer que asumió su maternidad con total entrega, dos hermosos gemelos llegaron a su vida, y en todo momento combinó la parte personal y profesional, viajaba con su familia a todas las giras, apoyada en todo momento por su mamá que fue un gran pilar en su vida, y el complemento que no podía faltar fue su esposo, su compañero ideal en la vida y en el escenario, el Sr. Joaquín González, una pieza clave en la vida de esta gran mujer, una mujer que se rodeó de grandes amigos del medio artístico, grandes intelectuales y artistas plásticos.
Un mito, un ícono, una mujer que es un símbolo de una época que sigue brillando con luz propia hasta esta época.
Los abuelos del CDI son muy importantes, porque ellos son la generación que hizo posible el sueño de muchos de los que hoy estamos aquí, en las viejas culturas la longevidad de los ancianos era motivo de orgullo para el clan, ellos eran los depositarios del saber, la memoria que los contactaba con los antepasados. En otras palabras, la vejez representaba la sabiduría, el archivo histórico de la comunidad. En las sociedades antiguas, alcanzar edades avanzadas significaba un privilegio, una hazaña que no podía lograrse, por tanto, la longevidad equivalía a una recompensa divina dispensada a los justos.
Te esperamos a disfrutar de este evento que se ha convertido en el pretexto perfecto para la reunión de la familia cedeísta, recuerda es hoy domingo 6 de septiembre en el Salón Mural, a las 12:00 horas.