Estimados Socios, familiares y amigos, Me dirijo a ustedes en ocasión de la asamblea de Asociados del Centro Deportivo Israelita
para externarles algunas ideas que son y serán pilares de las acciones a emprender, con miras a una renovada visión comunitaria desde el CDI. Hablar de visión comunitaria, podría ser excesivo para la labor del Comité Ejecutivo en un bienio que me honran al nombrarme presidente. Sin embargo, es congruente con el Mapa de Gestión Estratégica del CDI.
Como gestión estratégica, hace unos años, definimos que debíamos fomentar la mayor participación de los jóvenes, por lo que observamos la importancia de desarrollar actividades deportivas, culturales y sociales atractivas para los Socios. Aún nos falta preguntarles, qué les resulta hoy en día atractivo a estas generaciones jóvenes, para los cuales debemos ser creativos, incluyentes y hablar su lenguaje.
Asimismo, nos planteamos como otro recurso estratégico para el CDI: “facilitar espacios de encuentros y práctica de vida judía para poder contribuir a una formación integral con ética judía”… grandes palabras con cabida a infinidad de posturas, lo que es definitivo, es que vemos estratégica una formación integral, que sea incluyente y sensible al cambio e indispensable observar los valores y costumbres que forman la ética judía.
Nuestra misión dice: “promover el desarrollo integral de los Socios, fomentando nuestros valores, raíces y costumbres, como integradores intercomunitarios judeomexicanos”. Nuestras raíces serán siempre las mismas, más fuertes y profundas, al hablar de valores; estos son perdurables a largo plazo, mas no perennes, sin embargo, las costumbres van cambiando con el tiempo, las circunstancias de país en país tienen caducidad, y es imperativo el análisis de estas en las nuevas generaciones, que son el futuro de nuestra Institución y de la Comunidad. Veo necesario reflexionar sobre lo que hoy hace vibrar a los corazones jóvenes, y dirigir nuestros esfuerzos en proyectos que coincidan con la motivación de las generaciones gestoras de cambio, los líderes del futuro.
Hay que decirlo, hoy estamos en deuda con los jóvenes, pues nuestros espacios no están siendo atractivos para encuentros y prácticas de vida y Comunidad Judía actual e incluyente, es por ello, que será una bandera que llevaré en alto: crear y renovar espacios que sean del interés de las nuevas generaciones.
Me permito hacer referencia a Shimon Peres; que al tiempo que escribía su último libro No room for small dreams, decía: “Necesitamos de una generación que vea el liderazgo como una causa noble, definida no por ambición personal, sino, por moralidad y por un llamado a servir. Necesitamos líderes que crean que el mundo puede cambiar no disparando y matando, sino compitiendo, y creando líderes que prefieran ser controversiales por buenas razones, que populares por razones equivocadas, líderes que usen su imaginación, más que su memoria. Y estoy lleno de esperanza, porque creo que tenemos esta generación en nuestras manos, caminando por la Tierra en este mismo instante”.
Gracias Shimon Peres (Z”L). Inspiración para la tarea de liderazgo, que me encomienda el CDI.
Hoy, invito a mis compañeros de bienio a compartir el espíritu de trabajo que como líder del Comité Ejecutivo fomentaré. Procuraré ser ejemplo de trabajo colaborativo y de equipo, con respeto y mutua aceptación en las ideas y propuestas, tolerante a las diferencias y entendiendo que por principio obramos de buena fe. Una comunicación abierta, transparencia en la operación y claridad en las acciones, serán constantes. Siempre imprimiré entusiasmo y proactividad. Con responsabilidad y absoluto compromiso asumo el reto y privilegio de ser Presidente del Comité Ejecutivo del CDI.
A todos los Consejeros y Ejecutivos que me han tocado con sus enseñanzas, que han sido compañeros generosos, y que hemos compartido el honor y placer de trabajar como Voluntarios en el CDI, les agradezco su confianza y amistad.
A Hanoar Hatzioni por sembrar la semilla de dar y servir, inyectando en mi ser el amor a Israel.
A Anajnu Veatem y el Festival Aviv Carlos Halpert de Danza Judía, por haber sido campo fértil y generoso para crecer y aprender, para experimentar la danza, descubrir la pasión en el arte escénico, y confirmar como voluntario incansable, que es más gratificante dar que recibir.
Gracias CDI, gracias vida, estoy puesto para seguir trazando, construyendo y renovando el camino, creciendo con raíces fuertes, valores sólidos, y abriendo más espacios a los líderes del futuro.
¡Jazak Ve’ Ematz!
//Lic. Isaac Podbilewicz