Desde la antigüedad, los turcos acostumbran beber estas extraordinarias bebidas, el café y el té son fundamentales en todas las culturas y países del mundo. Por su parte, el café es originario de Etiopía, antiguamente llamada Abisinia, específicamente de la región de Kaffa. Esta se expandió y diseminó por las más recónditas partes del mundo; además de su rápida propagación existieron distintas maneras de elaboración, normas de protocolo y mezclas de granos. En Turquía, antiguamente esta bebida era conocida como “kahve” (en idioma turco), ellos fueron los encargados de introducirlo a Europa, en donde rápidamente se introdujo a sus costumbres, cultura, forma de vida y a ser parte de su día a día. Es una bebida fuerte, pero al mismo tiempo dulce, se acostumbra a tomarse a media mañana y al terminar cada comida. 

El café turco está confirmado por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, ya que es un modo de preparar y servir el café propio de los turcos. Esta bebida se encuentra de forma tradicional en los restaurantes turcos, armenios y balcánicos en todo el mundo.

En la antigüedad, el café tomó parte de eventos sociales, políticos, ceremoniales, para la oración, y como símbolo de hospitalidad. Hoy en día, se puede utilizar de distintas maneras, desde social hasta de hospitalidad, pero lo importante es la forma en como se preparan los utensilios que se usan y las reglas básicas de protocolo de esta bebida. 

Los utensilios necesarios para preparar el café turco son los siguientes: una cucharita, una estufa o aparato para calentar con fuego, y un pote para hervir preferiblemente de cobre con un asa de madera, llamado “cezye”. El café que se usa para esta bebida es tostado y obscuro, el cual se muele muy fino hasta llegar a ser casi polvo, se acompaña de agua y si se desea de azúcar. 

Se mezclan los ingredientes, y al momento de hervor, significa que ya está listo para servir; sin embargo, es muy importante dejar reposar el café unos minutos antes de servir para que se asiente. 

El protocolo con el cual se sirve esta bebida, es siempre en unas tasas pequeñas, similares a las del café expreso llamadas “fincan”, las cuales tradicionalmente no llevan asas, pero hoy en día sí se acostumbra. Usualmente, debe acompañarse con un vaso de agua para beber o un postre típico como lo sería el “baklava”. 

Por su parte, el té es originario de China, esta gran cultura con la cual asociamos esta bebida en distintas variedades y sabores, los principales: el té verde, el té rojo, entre otros. Se inició por el 250 a. n. e. ya que los chinos deciden incorporar hojas al agua hervida para darle un poco de sabor.

A Europa llega la bebida directo de la mano de la India, ya que cuando los portugueses llegan ahí, se dan cuenta del uso diferente que se le daban a los ingredientes y lo extendido que estaba en té. Después continúan las exportaciones a Holanda e Inglaterra. Es muy importante mencionar cómo el té, aunque no haya comenzado en Inglaterra, es una cultura que tiene muy marcado el consumo de esta bebida, sin importar la clase social, esto lo podemos observar con la famosa: Hora del té. Actualmente, podemos afirmar que se consume más té en Inglaterra que en China.

En Turquía, el té ha tenido mucho éxito, debido a sus territorios aptos para la producción del té, su clima húmedo y su suelo fértil, como lo sería el Mar Negro, de donde proviene el famoso té negro. Este famoso té es denominado “çay”. Los principales cultivos se encuentran en la provincia de Rize y en algunas zonas de Giresun. 

El consumo de esta bebida es típico de su tierra y cultura, y es lo más consumido en ese país. En general, el té negro o “çay” y el café, son símbolo de amistad y hospitalidad. Es por esta razón, que siempre está disponible en las casas y restaurantes típicos de Turquía. 

Tiene un sabor y aroma fuerte, es por eso, que la forma de servirse siempre es en tazas pequeñas de cristal, y nunca se llena para que el que lo esté consumiendo pueda agarrarlo con los dedos y no quemarse. Al igual que el café, es opcional añadirle azúcar, pero nunca por tradición se le añade leche. La forma de elaborarse, es con ayuda de una doble tetera en la que hay dos recipientes apilados “çaydanlık”, uno para el té y el otro para hervir el agua. En Turquía, se utiliza una frase que dice: “un buen té, debe tener el color de la sangre de conejo” (“Tavşan kanı çayımız”); es decir, que tiene que estar ligeramente rojo y servirse muy caliente. 

Además del té negro, también se consumen en invierno té de manzanilla, té de salvia, té de escaramujo, y una bebida elaborada de fécula de tubérculos acompañada de leche. 

Como pudimos ver, el té y el café son bebidas muy importantes en Turquía, es por esa razón que desde la antigüedad, y desde sus inicios son muy consumidos. Lo mágico de estas bebidas, además de sus sabores, es la forma y el protocolo que lleva prepararlos y servirlos. Los utensilios y procedimientos que se llevan a cabo, son vitales para su sabor y presentación final. 

Lo más curioso de estas bebidas, es que ninguna de ellas son originarias de este país, sin embargo, Turquía produce un porcentaje muy alto de té negro, y se consume más que en China e Inglaterra. Por otra parte, el café no es cosechado en el país, pero es famoso alrededor de todo el mundo, y básico para los restaurantes típicos que se encuentran en el extranjero. La cultura turca está muy desarrollada, y se encuentra en todo el mundo, dando a conocer su historia, cultura, tradiciones y gastronomía. 

Bibliográfica:

• S.A. (2006). Historia del Té. 28/01/14, de Arte y ciencia del buen comer, Enciclopedia Gourmet Sitio Web: http://www.delbuencomer.com.ar/index_archivos/historiadelte.htm

• S.A. (2002). Café Turco Típico. 28/01/14, de Arecetas, Recetas turcas y consejos Sitio Web: http://www.arecetas.com/receta/cafe-turco-tipico/1957/

• S.A. (3/03/2010). Café turco, rico en sabor y tradición. 28/01/14, de Infusionistas Sitio Web: http://infusionistas.com/cafe/cafe-turco-rico-en-sabor-y-tradicion/

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